7/05/2017, 20:38
«¿Riko? ¿Qué Riko? ¿Qué pasa con Riko?». Akame no fue capaz de dilucidar a qué se refería su amigo con eso de "ocuparse de Riko", no hasta que las manos de Haskoz —que a él, igual de ebrio, le parecían ágiles y diestras— le arrebataron la botella.
—Ah, de Riko, ya... Lo de la votación y toda esa mierda —respondió con voz pegajosa—. A ver, esh que... Ya sssabes, el tío se coló, pero... ¿Tanto como para matarlo?
El Uchiha hipó y, con la cabeza dándole vueltas, se recostó en el respaldo del banco. Echó la cabeza hacia atrás y cerró un momento los ojos. Mientras, Haskoz le contaba que al final su novia no había sido capaz de recopilar aquella información. Akame le restó importancia con un gesto de su mano zurda, como si quisiera espantar una mosca. Entonces oyó cómo su amigo se ponía en pie y abrió un sólo ojo.
—¿A... A... A su casa? —balbuceó—. Tú estás majara, ¡tío!
Entonces estalló en risas, atrapándose la barriga con ambas manos. Paró cuando las carcajadas le dieron ganas de vomitar y trató de recomponerse.
—No, no, no, no me metas en más de tus líos, Haskoz... —negaba con la cabeza, con los ojos medio cerrados por la borrachera—. A quien tienes que ver es a Noemi, sí. No... No... No... No puede tratarte así, colega.
—Ah, de Riko, ya... Lo de la votación y toda esa mierda —respondió con voz pegajosa—. A ver, esh que... Ya sssabes, el tío se coló, pero... ¿Tanto como para matarlo?
El Uchiha hipó y, con la cabeza dándole vueltas, se recostó en el respaldo del banco. Echó la cabeza hacia atrás y cerró un momento los ojos. Mientras, Haskoz le contaba que al final su novia no había sido capaz de recopilar aquella información. Akame le restó importancia con un gesto de su mano zurda, como si quisiera espantar una mosca. Entonces oyó cómo su amigo se ponía en pie y abrió un sólo ojo.
—¿A... A... A su casa? —balbuceó—. Tú estás majara, ¡tío!
Entonces estalló en risas, atrapándose la barriga con ambas manos. Paró cuando las carcajadas le dieron ganas de vomitar y trató de recomponerse.
—No, no, no, no me metas en más de tus líos, Haskoz... —negaba con la cabeza, con los ojos medio cerrados por la borrachera—. A quien tienes que ver es a Noemi, sí. No... No... No... No puede tratarte así, colega.