7/05/2017, 23:42
—¿Uchiha Haskoz?
—El mismo —dijo, con voz más ronca de la que hubiese deseado.
Aquella noche había pasado una cosa muy curiosa. Las estrellas habían decidido alinearse para que a aquella pareja de Uchihas les saliese todo a pedir de boca. La casa era grande, con varios ventanales y sin pista alguna de cuál pertenecía a la habitación de Eri. Y aún así había conseguido guiarse hasta ella…
… No, él no. Los Dioses le habían guiado.
Tenía los ojos algo rojos por el cansancio, y las pupilas dilatas por el alcohol, pero en cuanto se dio cuenta de que Eri en persona abría la ventana, trató de serenarse. Aun así, su cara seguía gritando a los cuatro vientos que estaba más borracho que un Uzureño en la vendimia.
—¿Estás bien, Haskoz-kun? ¿Necesitas algo?
—Bueno, pues ahora que lo dices… —Haskoz no pudo evitar pasear la mirada desenfocada por la figura de Eri. Aún con un camisón de estar por casa y la cara somnolienta, era deslumbrante. Un hormigueo cruzó su estómago y, inmediatamente, sacudió la cabeza. No. No puedo hacerle esto a un camarada—. ¡Ejem! Pues… Verás… Esto… —No sabía si le trababa más la lengua el alcohol que corría por sus venas o su reflejo en aquellos preciosos ojos color magenta—. Verás, he venido aquí con Uchiha Akame —echó un vistazo atrás, señalando a la posición donde debía estar—. Tenemos… tenemos algo muy importante que decirte.
—El mismo —dijo, con voz más ronca de la que hubiese deseado.
Aquella noche había pasado una cosa muy curiosa. Las estrellas habían decidido alinearse para que a aquella pareja de Uchihas les saliese todo a pedir de boca. La casa era grande, con varios ventanales y sin pista alguna de cuál pertenecía a la habitación de Eri. Y aún así había conseguido guiarse hasta ella…
… No, él no. Los Dioses le habían guiado.
Tenía los ojos algo rojos por el cansancio, y las pupilas dilatas por el alcohol, pero en cuanto se dio cuenta de que Eri en persona abría la ventana, trató de serenarse. Aun así, su cara seguía gritando a los cuatro vientos que estaba más borracho que un Uzureño en la vendimia.
—¿Estás bien, Haskoz-kun? ¿Necesitas algo?
—Bueno, pues ahora que lo dices… —Haskoz no pudo evitar pasear la mirada desenfocada por la figura de Eri. Aún con un camisón de estar por casa y la cara somnolienta, era deslumbrante. Un hormigueo cruzó su estómago y, inmediatamente, sacudió la cabeza. No. No puedo hacerle esto a un camarada—. ¡Ejem! Pues… Verás… Esto… —No sabía si le trababa más la lengua el alcohol que corría por sus venas o su reflejo en aquellos preciosos ojos color magenta—. Verás, he venido aquí con Uchiha Akame —echó un vistazo atrás, señalando a la posición donde debía estar—. Tenemos… tenemos algo muy importante que decirte.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado