10/05/2017, 00:41
—¡Hey, Datsue-san!
Datsue se sobresaltó más, incluso, que un Kusareño al descubrir que su plantación había sido arrasada por la peste. Alguien le había reconocido. Justo allí, tras una negociación de dudosa legalidad. Un sudor frío recorrió su espalda, mientras giraba, despacio, para ver el rostro del que le llamaba…
… y entonces el corazón se le detuvo: era Senju Riko, el traidor de Uzu.
Si en alguien no podía confiar para que guardase su pequeño secreto —de haberlo descubierto—, ese era, entre todas las personas de Oonindo, él. Kasumi-chan —la chica de la promoción anterior a la suya, compañera de Riko— le había comentado que lejos de ser engatusado o chantajeado, el muy canalla lo había soltado al viento como si solo fuese una anécdota más. El secreto mejor guardado y protegido por toda una generación, lanzado al viento por simplemente oír la dulce risa de un par de mozuelas de buen ver.
Una vergüenza.
¿Qué él probablemente hubiese hecho lo mismo? Era posible. Pero no eso hacía que dejase de ser una vergüenza.
—¡Qué casualidad! No me esperaba encontrarme con un compatriota por estas tierras, ¿qué te trae por aquí?
—¿Ehm? ¿Me lo preguntas a mí? —No, al viento, no te jode—. Pues he venido a… respirar aire puro —dijo Datsue, con el interior de las fosas nasales negras por tanto humo aspirado—. Ya sabes, con todo lo que se está cociendo ahora en la Aldea —añadió, intentando resarcirse de la peor mentira jamás salida de su boca con una medio decente—, notaba el ambiente un poco... caldeado. ¿Y tú qué haces por aquí? —añadió rápidamente, deseando cambiar el rumbo de la conversación.
Datsue se sobresaltó más, incluso, que un Kusareño al descubrir que su plantación había sido arrasada por la peste. Alguien le había reconocido. Justo allí, tras una negociación de dudosa legalidad. Un sudor frío recorrió su espalda, mientras giraba, despacio, para ver el rostro del que le llamaba…
… y entonces el corazón se le detuvo: era Senju Riko, el traidor de Uzu.
Si en alguien no podía confiar para que guardase su pequeño secreto —de haberlo descubierto—, ese era, entre todas las personas de Oonindo, él. Kasumi-chan —la chica de la promoción anterior a la suya, compañera de Riko— le había comentado que lejos de ser engatusado o chantajeado, el muy canalla lo había soltado al viento como si solo fuese una anécdota más. El secreto mejor guardado y protegido por toda una generación, lanzado al viento por simplemente oír la dulce risa de un par de mozuelas de buen ver.
Una vergüenza.
¿Qué él probablemente hubiese hecho lo mismo? Era posible. Pero no eso hacía que dejase de ser una vergüenza.
—¡Qué casualidad! No me esperaba encontrarme con un compatriota por estas tierras, ¿qué te trae por aquí?
—¿Ehm? ¿Me lo preguntas a mí? —No, al viento, no te jode—. Pues he venido a… respirar aire puro —dijo Datsue, con el interior de las fosas nasales negras por tanto humo aspirado—. Ya sabes, con todo lo que se está cociendo ahora en la Aldea —añadió, intentando resarcirse de la peor mentira jamás salida de su boca con una medio decente—, notaba el ambiente un poco... caldeado. ¿Y tú qué haces por aquí? —añadió rápidamente, deseando cambiar el rumbo de la conversación.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado