24/06/2015, 19:51
Era una de esas mañanas en que Nabi madruga. Queriendo decir que se fue a dormir la noche de hace dos dias y se ha pasado todo un dia durmiendo y se despierta a las cinco de la mañana siguiente preguntandose porque hace tanto frio si la ventana esta cerrada, y es porque se ha meado encima. Es lo que tiene pasarse 36 horas seguidas durmiendo en estado casi comatoso. Resumiendo, se levantó y decidió aprovechar todo el descanso que tenia acumulado para irse de viaje.
Así que se duchó, comió algo, y bastón en la espalda, salió en busca de aventura. La pregunta que flotaba en el aire era ¿A donde? Pero tanto flotaba que Nabi no la veia, o tal vez era que el rubio estaba más ciego que un topo miope o puede que esto no sea más que una metafora y el Nabi sea idiota y ya. Hasta que no se habia perdido por un bosque no se decidió un destino fijo. EL PAIS DE LOS BOSQUES. Que ni se llamaba así ni estaba en la dirección a donde iba él. Pero eso era innecesario.
Unas enormes murallas se extendian ante él y a pesar de la temprana hora en la que habia salido el lugar estaba abarrotado. No recordaba así la villa de los bosques, aunque nunca habia ido a la villa de los bosques. Se metió pa dentro sin leer el cartel donde ponia claramente "Bienvenido a Tanzaku Gai"
Al entrar la masa de gente no hacia sino multiplicarse por varias decenas incluso miles, las calles se encontraban invadidas por una cantidad ingente de personas cada una a lo suyo, los tenderos intentaban vender sus productos, los viajantes abrirse paso por la ciudad, los turistas se enriquecian de las vistas mientras intentaban saber a donde tenian que ir y los borrachos iban dando bandazos buscando un sitio donde quedarse inconscientes. Ah, y los gatos hacian cosas de gatos, como rebuscar en la basura o cruzar a toda hostia para no llevarse un pisotón.
Y Nabi, bueno, Nabi miraba el lugar desde lo alto de un tejado preguntandose si de verdad eso era el país de los arbolitos, porque le sonaba aquella ciudad, pero él nunca habia ido al pais de los arbolitos. Así que esperaba encontrar algo desde otra perspectica, a pesar de que estaba ciego como una ostra.
Así que se duchó, comió algo, y bastón en la espalda, salió en busca de aventura. La pregunta que flotaba en el aire era ¿A donde? Pero tanto flotaba que Nabi no la veia, o tal vez era que el rubio estaba más ciego que un topo miope o puede que esto no sea más que una metafora y el Nabi sea idiota y ya. Hasta que no se habia perdido por un bosque no se decidió un destino fijo. EL PAIS DE LOS BOSQUES. Que ni se llamaba así ni estaba en la dirección a donde iba él. Pero eso era innecesario.
Unas enormes murallas se extendian ante él y a pesar de la temprana hora en la que habia salido el lugar estaba abarrotado. No recordaba así la villa de los bosques, aunque nunca habia ido a la villa de los bosques. Se metió pa dentro sin leer el cartel donde ponia claramente "Bienvenido a Tanzaku Gai"
Al entrar la masa de gente no hacia sino multiplicarse por varias decenas incluso miles, las calles se encontraban invadidas por una cantidad ingente de personas cada una a lo suyo, los tenderos intentaban vender sus productos, los viajantes abrirse paso por la ciudad, los turistas se enriquecian de las vistas mientras intentaban saber a donde tenian que ir y los borrachos iban dando bandazos buscando un sitio donde quedarse inconscientes. Ah, y los gatos hacian cosas de gatos, como rebuscar en la basura o cruzar a toda hostia para no llevarse un pisotón.
Y Nabi, bueno, Nabi miraba el lugar desde lo alto de un tejado preguntandose si de verdad eso era el país de los arbolitos, porque le sonaba aquella ciudad, pero él nunca habia ido al pais de los arbolitos. Así que esperaba encontrar algo desde otra perspectica, a pesar de que estaba ciego como una ostra.
—Nabi—