10/05/2017, 20:16
Datsue acompañó con una falsa risa a la broma de Riko. Sí, estaba claro que su mentira sobre el aire puro no había sido muy acertada, pero por el momento, unido al desvío en la conversación por el tema político, había bastado. «Así que todo volverá a la normalidad, ¿eh, Riko? Me da que tú no eres de los partidarios de Zoku, entonces.»
Fue en ese momento cuando el joven gennin le tiró un anzuelo: estaba allí para renovar su armamento. ¿Y qué mejor excusa que aquella para sacar a colación su tienda en Yamiria? Pero no, Datsue era más listo que eso. Después de todo, no se trataba de una persona cualquiera, sino del mismísimo Senju Riko. Tenía que andarse con pies de plomo.
Aunque no tenía porqué negarse a acompañarle.
—Claro —Datsue empezó a caminar calle arriba, sin un rumbo en concreto. Tras unos instantes en los que pensó la mejor manera de empezar, se atrevió a decir:— . Por cierto, Riko. Si algún día quieres renovar o comprar armas más pesadas, como un ninjato o algo del estilo, te puedo decir de una tienda en Yamiria donde tienen lo mejor de lo mejor. Acero forjado en las entrañas de Amateratsu, ¡y templado con la sangre del mismísimo Susano’o! ¡Y todo por un módico…! —Ya se había emocionado. No, decirle a Riko, el traidor de Uzu, que existía una tienda donde vendían las armas por debajo del límite impuesto era como decírselo a la Villa entera—. Quiero decir… —se corrigió—. Y además te regalan una piedra de afilar y un aceite especial para el máximo cuidado del acero. Buena mierda, te lo aseguro.
Normalmente, le decía a sus clientes que dijesen que iban de su parte para así obtener la oferta. Así, al mismo tiempo, facilitaba las cosas para cobrar la comisión y evitar malentendidos con su socio. En aquella ocasión, sin embargo, al estar tratando con quien estaba tratando, a Okane no le quedaría más remedio que fiarse de su palabra...
... y de paso se llevaría una comisión mayor, al no hacerle descuento. Todo eran beneficios.
Fue en ese momento cuando el joven gennin le tiró un anzuelo: estaba allí para renovar su armamento. ¿Y qué mejor excusa que aquella para sacar a colación su tienda en Yamiria? Pero no, Datsue era más listo que eso. Después de todo, no se trataba de una persona cualquiera, sino del mismísimo Senju Riko. Tenía que andarse con pies de plomo.
Aunque no tenía porqué negarse a acompañarle.
—Claro —Datsue empezó a caminar calle arriba, sin un rumbo en concreto. Tras unos instantes en los que pensó la mejor manera de empezar, se atrevió a decir:— . Por cierto, Riko. Si algún día quieres renovar o comprar armas más pesadas, como un ninjato o algo del estilo, te puedo decir de una tienda en Yamiria donde tienen lo mejor de lo mejor. Acero forjado en las entrañas de Amateratsu, ¡y templado con la sangre del mismísimo Susano’o! ¡Y todo por un módico…! —Ya se había emocionado. No, decirle a Riko, el traidor de Uzu, que existía una tienda donde vendían las armas por debajo del límite impuesto era como decírselo a la Villa entera—. Quiero decir… —se corrigió—. Y además te regalan una piedra de afilar y un aceite especial para el máximo cuidado del acero. Buena mierda, te lo aseguro.
Normalmente, le decía a sus clientes que dijesen que iban de su parte para así obtener la oferta. Así, al mismo tiempo, facilitaba las cosas para cobrar la comisión y evitar malentendidos con su socio. En aquella ocasión, sin embargo, al estar tratando con quien estaba tratando, a Okane no le quedaría más remedio que fiarse de su palabra...
... y de paso se llevaría una comisión mayor, al no hacerle descuento. Todo eran beneficios.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado