23/05/2017, 00:32
—Pues aquí mi amigo Riko y yo, nos dedicamos día sí y día también a ese tipo de menesteres. Podríamos decir que es nuestro pan de cada día en cuánto a misiones.
Toda aquella hostilidad que había existido a lo largo del encuentro, de repente, había desaparecido como por arte de magia, y aunque el Senju no era un as en los negocios, sabía que aquello podía abrirle algunas puertas que, de otro modo, le sería imposible traspasar.
— ¡Sí, claro! — Respondió efusivo. — Usted déjenos a nosotros, que nos hacemos cargo del asunto.
Pero todo aquello se vio interrumpido por la aparición de Shinjaka, que se había ausentado durante unos instantes, pero, lo preocupante no era el regreso del joven, si no lo que traía entre manos, un hierro candente, de los que se usan para marcar al ganado y, por lo que parecía aquel no era precisamente para una res, si no para su colega Datsue, aunque, a fin de cuentas, era una posibilidad desde el inicio.
—Ehm… Riko, amigo mío. Has estado muy callado todo este tiempo. Dime, ¿no quieres recibir tú la marca en mi lugar? ¡Seamos socios en esto, camarada! Te llevarás el 30% de los beneficios. Que digo el treinta… ¡EL CINCUENTA!
El Senju miró estupefacto a su compatriota, estaba tratando de pasarle el muerto a él, y salir de rositas de aquello.
— Esto... No, creo que en este caso deberías ser tú el que se quedase con la marca, a fin de cuentas, este es tu negocio. — Afirmó rotundo. — Además, nunca me han gustado los tatuajes...
Toda aquella hostilidad que había existido a lo largo del encuentro, de repente, había desaparecido como por arte de magia, y aunque el Senju no era un as en los negocios, sabía que aquello podía abrirle algunas puertas que, de otro modo, le sería imposible traspasar.
— ¡Sí, claro! — Respondió efusivo. — Usted déjenos a nosotros, que nos hacemos cargo del asunto.
Pero todo aquello se vio interrumpido por la aparición de Shinjaka, que se había ausentado durante unos instantes, pero, lo preocupante no era el regreso del joven, si no lo que traía entre manos, un hierro candente, de los que se usan para marcar al ganado y, por lo que parecía aquel no era precisamente para una res, si no para su colega Datsue, aunque, a fin de cuentas, era una posibilidad desde el inicio.
—Ehm… Riko, amigo mío. Has estado muy callado todo este tiempo. Dime, ¿no quieres recibir tú la marca en mi lugar? ¡Seamos socios en esto, camarada! Te llevarás el 30% de los beneficios. Que digo el treinta… ¡EL CINCUENTA!
El Senju miró estupefacto a su compatriota, estaba tratando de pasarle el muerto a él, y salir de rositas de aquello.
— Esto... No, creo que en este caso deberías ser tú el que se quedase con la marca, a fin de cuentas, este es tu negocio. — Afirmó rotundo. — Además, nunca me han gustado los tatuajes...
![[Imagen: tumblr_n4fzpkaZST1rmi71zo1_500.gif]](https://78.media.tumblr.com/ef716a7a224d02d15153150120153d79/tumblr_n4fzpkaZST1rmi71zo1_500.gif)
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»