23/05/2017, 00:45
(Última modificación: 23/05/2017, 00:48 por Umikiba Kaido.)
Soroku-sama observó aquella disyuntiva de opiniones, y torció el gesto hacia una seriedad fortuita. Ya bastaba de juegos, de pasarse la bola caliente. Su receptividad para con los dos jóvenes hubo sido la suficiente.
Era hora de que el hierro emitiera su marca.
—¿y bien?
Kaido lo había presenciado todo. Desde los inicios de la conversación, hasta las tribulaciones del negocio. Y es que sus propios motivos para encontrase allí ya no tenían tanto valor ni interés como el que la encomienda de Soroku-sama le generaba. Le parecía una oportunidad única, desde su más impera inocencia, de involucrarse en una de esas aventuras únicas, tan distintas de las tareas que usualmente debe hacer en los confines de su propia aldea.
Recoger mierda de perro no era divertido, ni mucho menos. Ni aunque el trabajo trajese su respectiva paga. Así que estaba dispuesto, demasiado, quizás, de colaborar con el tipo llamado Datsue. Y con su compañero, al que afortunadamente, ya conocía de antes.
¿Pero sería Datsue capaz de recibir la marca, sin acobardarse?
Su valor sería el icventivo final para el tiburón. La sangre que le dirigiría directamente a la carnada de la mutua ayuda entre colegas de profesión.
Era hora de que el hierro emitiera su marca.
—¿y bien?
***
Kaido lo había presenciado todo. Desde los inicios de la conversación, hasta las tribulaciones del negocio. Y es que sus propios motivos para encontrase allí ya no tenían tanto valor ni interés como el que la encomienda de Soroku-sama le generaba. Le parecía una oportunidad única, desde su más impera inocencia, de involucrarse en una de esas aventuras únicas, tan distintas de las tareas que usualmente debe hacer en los confines de su propia aldea.
Recoger mierda de perro no era divertido, ni mucho menos. Ni aunque el trabajo trajese su respectiva paga. Así que estaba dispuesto, demasiado, quizás, de colaborar con el tipo llamado Datsue. Y con su compañero, al que afortunadamente, ya conocía de antes.
¿Pero sería Datsue capaz de recibir la marca, sin acobardarse?
Su valor sería el icventivo final para el tiburón. La sangre que le dirigiría directamente a la carnada de la mutua ayuda entre colegas de profesión.