29/05/2017, 18:49
(Última modificación: 29/07/2017, 02:35 por Amedama Daruu.)
La única cosa que parecía no tener sentido en ese momento era que el joven mozo había propuesto un lugar un tanto pasado de moda para hacer entrenamientos, la vieja academia. Todo el mundo parecía últimamente concurrir con mas frecuencia al Torreón de pruebas, pero hey, también estaba bien la academia.
El joven médico pudo finalizar su porción de postre, lo cual agradecía encarecidamente. Hubiese detestado tener que dejar de lado su pastel de fresa para atender a un combate de manera tan repentina.
El postre había sido terminado de comer, la madre de Daruu hizo su aparición y el par pudo marcharse habiendo hecho las respectivas despedidas.
El lugar que eligirían no sería otro que un sitio destinado al entrenamiento de Taijutsu, posiblemente el único campo en el que Mogura podía decir que tenía alguna clase de dominio dejando de lado sus habilidades médicas. El piso no era de sus terrenos preferidos, prefería la comodidad de un piso de madera bien cuidado como el que tenía en su casa pero peor era la calle.
—Bien, Mogura-san. ¿Comenzamos?
Diría su contrincante a una buena distancia. El momento era real, no había forma de evitarlo ni postergarlo. Daruu no era un recién conocido al que podía meterle excusas o decirle alguna mentira blanca como para que se conforme y otro día vuelva a intentarlo.
Tenía que pelear.
Comencemos, Daruu-san.
Fueron las palabras que escaparían de sus labios mientras con una de sus manos realizaba el shinobi kumite, ante todo tenía que seguir el protocolo. En un entrenamiento de combate era donde más se precisaba demostrar respeto por su oponente y compañero.
El joven médico pudo finalizar su porción de postre, lo cual agradecía encarecidamente. Hubiese detestado tener que dejar de lado su pastel de fresa para atender a un combate de manera tan repentina.
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El postre había sido terminado de comer, la madre de Daruu hizo su aparición y el par pudo marcharse habiendo hecho las respectivas despedidas.
El lugar que eligirían no sería otro que un sitio destinado al entrenamiento de Taijutsu, posiblemente el único campo en el que Mogura podía decir que tenía alguna clase de dominio dejando de lado sus habilidades médicas. El piso no era de sus terrenos preferidos, prefería la comodidad de un piso de madera bien cuidado como el que tenía en su casa pero peor era la calle.
—Bien, Mogura-san. ¿Comenzamos?
Diría su contrincante a una buena distancia. El momento era real, no había forma de evitarlo ni postergarlo. Daruu no era un recién conocido al que podía meterle excusas o decirle alguna mentira blanca como para que se conforme y otro día vuelva a intentarlo.
Tenía que pelear.
Comencemos, Daruu-san.
Fueron las palabras que escaparían de sus labios mientras con una de sus manos realizaba el shinobi kumite, ante todo tenía que seguir el protocolo. En un entrenamiento de combate era donde más se precisaba demostrar respeto por su oponente y compañero.
Estado de Mogura
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A shit ton of poison in the pockets.
Técnicas utilizadas:
80/80
160/160
A shit ton of poison in the pockets.
Técnicas utilizadas:
Hablo - Pienso