30/05/2017, 02:38
Los gritos de su compañero le sobresaltaron, y Akame se apresuró a tirar disimuladamente el cigarrillo al suelo con su mano diestra, para posteriormente aplastarlo con el talón de sus sandalias ninja. Luego trató de hacer como el que se estiraba y tomaba una gran bocanada de aire para dejar salir parte del humo que todavía tenía dentro.
—Por todos los dioses, Datsue-san, no grites tanto... Los vecinos de esta calle deben estar hartos de esa señora —respondió el Uchiha.
Akame se irguió, despegando la espalda de la pared sobre la que había descansado un rato, para luego empezar a andar en una dirección que él tenía bastante clara.
—Por cierto... ¿Te gusta la música?
—Por todos los dioses, Datsue-san, no grites tanto... Los vecinos de esta calle deben estar hartos de esa señora —respondió el Uchiha.
Akame se irguió, despegando la espalda de la pared sobre la que había descansado un rato, para luego empezar a andar en una dirección que él tenía bastante clara.
—Por cierto... ¿Te gusta la música?