Todo comenzó con la inscripción al Torneo de los Dojos que realicé hacía ya unos días, a pesar de que tenía presente la fecha de inicio, una carta llegó a mi residencia en donde me recordaba que el torneo daría inicio en los próximos días, como lo deduje no sería el único shinobi de Amegakure en ir, y lo confirmé con lo que leía, debía estar el siguiente día en las puertas de la villa para empezar el viaje hacia el Valle de los Dojos, partiría un pequeño grupo de ninjas con rumbo al lugar del torneo.
Ese mismo día comencé a ordenar y buscar todo lo necesario para llevar, limpié todas mis herramientas y las acomodé en el porta-objetos todos y cada uno de mis artículos, incluí mis utensilios de jardinería por sí encontraba alguna planta con cualidades únicas. De la misma manera saqué varias mudas de ropa y guardé en el bolso del viaje.
Al día siguiente desperté temprano, la hora de partida sería a las 10am, pero estaba un poco ansioso, con energía y entusiasmo terminé de los detalles; desayune, me duché y me despedí del Hyuuga, quien seguía roncando.
Serían alrededor de las 9:40am y mi persona ya se encontraba en el lugar acordado, un poco antes de lo esperado. Raramente solía usar paraguas, y este era una de las ocasiones; la lluvia atentaba con empapar mi bolso y toda mi ropa, por eso decidí protegerme del agua, aunque era extraño no sentir las gotas chocar contra mí.
Y ahí me encontraba, parado justo frente a la salida, esperando a los demás candidatos del torneo, debían llegar pronto y podríamos partir en la brevedad posible; lo único que esperaba era reconocer a alguno de mis compañeros.
Ese mismo día comencé a ordenar y buscar todo lo necesario para llevar, limpié todas mis herramientas y las acomodé en el porta-objetos todos y cada uno de mis artículos, incluí mis utensilios de jardinería por sí encontraba alguna planta con cualidades únicas. De la misma manera saqué varias mudas de ropa y guardé en el bolso del viaje.
Al día siguiente desperté temprano, la hora de partida sería a las 10am, pero estaba un poco ansioso, con energía y entusiasmo terminé de los detalles; desayune, me duché y me despedí del Hyuuga, quien seguía roncando.
Serían alrededor de las 9:40am y mi persona ya se encontraba en el lugar acordado, un poco antes de lo esperado. Raramente solía usar paraguas, y este era una de las ocasiones; la lluvia atentaba con empapar mi bolso y toda mi ropa, por eso decidí protegerme del agua, aunque era extraño no sentir las gotas chocar contra mí.
Y ahí me encontraba, parado justo frente a la salida, esperando a los demás candidatos del torneo, debían llegar pronto y podríamos partir en la brevedad posible; lo único que esperaba era reconocer a alguno de mis compañeros.