28/06/2015, 16:50
Kazuma ya se encontraba en el puesto, observando la variedad de menús que tenían, el cual era bastante amplio a pesar de ser un puesto ambulante. Mientras estaba en eso, tanto el pelo negro como el rubio se acercaron, Nabi parecía sentirse un poco mejor y Juro parecía curioso sobre el puesto.
En lo que ambos chicos se acercaron, el tendero se hizo a un lado y saco tres sillas plegables que el mismo acomodaría enfrente del puesto. Mientras hacía aquello, Nabi pregunto que abría para comer. Pero antes de que el Ishimura pudiera contestar el hombre dio un brinco un poco brusco, para luego empezar a hablar.
—¡Mirad chicos! —dijo mientras hacia un gesto que apuntaba a la barra—, tal vez lo jóvenes como vosotros no conozcáis mucho de las comidas tradicionales, pero os aseguro que el Takoyaki es lo mejor.
—Claro, pero se preguntaran ¿que es el Takoyaki? Y ¿por que luce tan genial?
—Bueno yo creo que… —No pudo terminar la frase debido a que el hombre le interrumpió, para responderse a sí mismo.
—Esta es un alimento casi divino, está hecho con carne de pulpo, harina de trigo y especias que dependen del estilo. Sin embargo mi estilo es el mejor, ya que utilizo solo ingredientes de la misma Uzu, incluidos los pulpos que yo mismo pesque.
—Por cierto —dijo en un leve tono conspiratorio—, mi puesto tiene nombre. Se llama Saki No Tako, que también significa el pulpo del destino, a que mola ¿cierto?
El peli blanco no estaba seguro de que responder. Pare el solo era un puesto de albóndigas de pulpo, pero para aquel hombre parecía ser el orgullo de su vida, quizás hasta le quisiera más de lo que querría a un hijo.
Sin embargo, el chico de piel morena tenía otra razón para querer visitar ese puesto.
Unos días antes, había pasado por el mismo carro, pero al querer probar la comida, Mizuki le dijo que no podían, ya que el maestro lo prohibía, puesto que para él, el que un protegido suyo se acostumbrara a alimentarse de comida chatarra en la calle era inaceptable. Aun sabiendo eso, la curiosidad del chico lo empujo a tratar de probar aquellas albóndigas de pulpo.
Después de todo, mientras que en casa creyeran que aun estaba con la sensei, no abría problema.
—Vale —dijo él, mientras trataba de sortear la animosidad del hombre—. Mientras esta lista la comida, ¿podría darnos algo de tomar?
El hombre asintió, mientras a cada uno le servia algo de beber, para luego comenzar a cocinar. Dejando a los chicos para que hablaran.
En lo que ambos chicos se acercaron, el tendero se hizo a un lado y saco tres sillas plegables que el mismo acomodaría enfrente del puesto. Mientras hacía aquello, Nabi pregunto que abría para comer. Pero antes de que el Ishimura pudiera contestar el hombre dio un brinco un poco brusco, para luego empezar a hablar.
—¡Mirad chicos! —dijo mientras hacia un gesto que apuntaba a la barra—, tal vez lo jóvenes como vosotros no conozcáis mucho de las comidas tradicionales, pero os aseguro que el Takoyaki es lo mejor.
—Claro, pero se preguntaran ¿que es el Takoyaki? Y ¿por que luce tan genial?
—Bueno yo creo que… —No pudo terminar la frase debido a que el hombre le interrumpió, para responderse a sí mismo.
—Esta es un alimento casi divino, está hecho con carne de pulpo, harina de trigo y especias que dependen del estilo. Sin embargo mi estilo es el mejor, ya que utilizo solo ingredientes de la misma Uzu, incluidos los pulpos que yo mismo pesque.
—Por cierto —dijo en un leve tono conspiratorio—, mi puesto tiene nombre. Se llama Saki No Tako, que también significa el pulpo del destino, a que mola ¿cierto?
El peli blanco no estaba seguro de que responder. Pare el solo era un puesto de albóndigas de pulpo, pero para aquel hombre parecía ser el orgullo de su vida, quizás hasta le quisiera más de lo que querría a un hijo.
Sin embargo, el chico de piel morena tenía otra razón para querer visitar ese puesto.
Unos días antes, había pasado por el mismo carro, pero al querer probar la comida, Mizuki le dijo que no podían, ya que el maestro lo prohibía, puesto que para él, el que un protegido suyo se acostumbrara a alimentarse de comida chatarra en la calle era inaceptable. Aun sabiendo eso, la curiosidad del chico lo empujo a tratar de probar aquellas albóndigas de pulpo.
Después de todo, mientras que en casa creyeran que aun estaba con la sensei, no abría problema.
—Vale —dijo él, mientras trataba de sortear la animosidad del hombre—. Mientras esta lista la comida, ¿podría darnos algo de tomar?
El hombre asintió, mientras a cada uno le servia algo de beber, para luego comenzar a cocinar. Dejando a los chicos para que hablaran.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)