2/06/2017, 22:13
(Última modificación: 2/06/2017, 22:28 por Uzumaki Eri.)
Estaba tan nerviosa que ni había desayunado aquella mañana, y lo peor es que siempre pensaba lo mismo, ¿por qué narices tenían que salir tan temprano? Sí, bueno, claro, era su culpa porque en primer lugar ella fue la que dijo de quedar por la mañana cuando el sol no asase sus cabezas ni friese huevos en ellas sin necesidad de tener ninguno.
Pues bien, después de la breve charla que tuvo con su hermano en el que le informaba que iría a un torneo oficial donde tendría que pelear contra genin de otros lugares o incluso de su propia villa, lo que recibió a cambio fue una sonrisa, que le revolviera el pelo y una señal de aprobación con el pelo, añadiendo un "Iré a verte en cuanto termine mi próxima misión, ¡demuestra lo que vales!", ahora la pequeña kunoichi estaba nerviosa por dos razones: una, iría al torneo donde sería vista por un montón de gente y tendría que enfrentarse a otro montón, y dos, su hermano vería cómo se desenvuelve en combate.
Eso no sería un problema, si... Hubiese tenido algún enfrentamiento con alguien. Y es que desde que se graduó no había peleado con nadie, ni si quiera de entrenamiento, nada, ni una patadita.
Era una deshonra para su familia.
Suspiró mientras se ponía de puntillas esperando ver la cabellera de Nabi asomarse en la lejanía, otro asunto que le ponía los pelos de punta, y es que no dejaba de sentirse extraña, con las cosquillas en el estómago y la necesidad de estar con él a todas horas aunque no pudiesen o simplemente no moviese el trasero para hacerlo, ¿y si estaba siendo pesada? ¿Y si se cansaba de ella?
Por eso, cuando se enteró de que ambos participaban, decidió dejarle una nota en su casa.
El portón de Uzushiogakure estaba casi desértico a esas horas de la mañana, y Eri, en un rincón, esperaba con los brazos cruzados y la mirada danzando de su villa al suelo perdida en sus pensamientos, ¿y si no venía? Bueno, era comprensible, al fin y al cabo ella no era tan especial, esperaría media hora más, o una hora por si aparecía y si no... Pues ya se iría sola.
Pues bien, después de la breve charla que tuvo con su hermano en el que le informaba que iría a un torneo oficial donde tendría que pelear contra genin de otros lugares o incluso de su propia villa, lo que recibió a cambio fue una sonrisa, que le revolviera el pelo y una señal de aprobación con el pelo, añadiendo un "Iré a verte en cuanto termine mi próxima misión, ¡demuestra lo que vales!", ahora la pequeña kunoichi estaba nerviosa por dos razones: una, iría al torneo donde sería vista por un montón de gente y tendría que enfrentarse a otro montón, y dos, su hermano vería cómo se desenvuelve en combate.
Eso no sería un problema, si... Hubiese tenido algún enfrentamiento con alguien. Y es que desde que se graduó no había peleado con nadie, ni si quiera de entrenamiento, nada, ni una patadita.
Era una deshonra para su familia.
Suspiró mientras se ponía de puntillas esperando ver la cabellera de Nabi asomarse en la lejanía, otro asunto que le ponía los pelos de punta, y es que no dejaba de sentirse extraña, con las cosquillas en el estómago y la necesidad de estar con él a todas horas aunque no pudiesen o simplemente no moviese el trasero para hacerlo, ¿y si estaba siendo pesada? ¿Y si se cansaba de ella?
Por eso, cuando se enteró de que ambos participaban, decidió dejarle una nota en su casa.
Querido, compañero, hola, Buenos días Nabi-kun,
Te dejaba esta pequeña nota para decirte que a mí también me han elegido participante en el Torneo de los Dojos que se celebrará pronto, ¿a que es alucinante una pasada una gran sorpresa? Estoy nerviosa por ir, hace mucho que no peleo contra nadie, desde que me gradué.
¿Quieres que vayamos juntos?
Te espero a las seis de la mañana en el portón de la villa pasado mañana, ¡espero que vengas! Si no me iré sola muy triste porque ya no me quieres.
Te dejaba esta pequeña nota para decirte que a mí también me han elegido participante en el Torneo de los Dojos que se celebrará pronto, ¿a que es alucinante una pasada una gran sorpresa? Estoy nerviosa por ir, hace mucho que no peleo contra nadie, desde que me gradué.
¿Quieres que vayamos juntos?
Te espero a las seis de la mañana en el portón de la villa pasado mañana, ¡espero que vengas! Si no me iré sola muy triste porque ya no me quieres.
El portón de Uzushiogakure estaba casi desértico a esas horas de la mañana, y Eri, en un rincón, esperaba con los brazos cruzados y la mirada danzando de su villa al suelo perdida en sus pensamientos, ¿y si no venía? Bueno, era comprensible, al fin y al cabo ella no era tan especial, esperaría media hora más, o una hora por si aparecía y si no... Pues ya se iría sola.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)