3/06/2017, 12:02
La reprimenda en voz baja de su compañero hizo que Akame se sintiese aún peor por sacar el tema. Desde luego, Datsue no podía tener más razón. Uzumaki Gouna, hija de Shiona y actual Uzukage, había matado a un alto miembro de la cúpula de la Aldea en un acto público y luego había cazado, uno a uno, a todos sus partidarios. Eso no sólo no había dado con sus huesos en prisión, sino que Akimichi Yakisoba —al que Akame despreciaba profundamente desde aquel día—, renunciaba en el acto a llevar el sombrero de Kage y se lo colocaba a la golpista, culminando la obra de teatro más cutre, vergonzosa y surrealista que Akame había visto en su corta vida. «Menuda deshonra para la memoria de Shiona-sama... Ella nunca hubiera permitido semejante cachondeo».
Lo peor era que, desde aquel día, el Uchiha pensaba que era mejor cuidarse de dar opiniones disonantes en voz alta; al menos, dentro del Remolino. Nuevamente, Datsue tenía razón.
—Sí, lo sé —admitió de mala gana—. Es sólo que... Me parece humillante. ¿Sabes las pirulas que he tenido que inventarme cuando algún extranjero me ha preguntado sobre el tema? —añadió, verdaderamente ofendido y sincero—. "No, perdona, es que una de nuestras jounin dio un golpe de Estado y, como recompensa, el actual Kage le cedió la silla"... ¿Quién demonios iba a creerse semejante esperpento?
Akame escupió por encima de la barandilla, hacia el mar, y casi se atragantó con la siguiente pregunta de su compañero de Villa. «Ah no, eso sí que no». El Uchiha conocía bien lo que había sucedido con los partidarios de Uzumaki Zoku.
—Yo... Eh... ¡No! ¡Claro que no! —terminó por decir, como si la pregunta le hubiese ofendido—. Apoyaba a Akimichi Yakisoba, claro, por eso me apenó que renunciase en favor de Uzumaki Gouna-sama...
Lo peor era que, desde aquel día, el Uchiha pensaba que era mejor cuidarse de dar opiniones disonantes en voz alta; al menos, dentro del Remolino. Nuevamente, Datsue tenía razón.
—Sí, lo sé —admitió de mala gana—. Es sólo que... Me parece humillante. ¿Sabes las pirulas que he tenido que inventarme cuando algún extranjero me ha preguntado sobre el tema? —añadió, verdaderamente ofendido y sincero—. "No, perdona, es que una de nuestras jounin dio un golpe de Estado y, como recompensa, el actual Kage le cedió la silla"... ¿Quién demonios iba a creerse semejante esperpento?
Akame escupió por encima de la barandilla, hacia el mar, y casi se atragantó con la siguiente pregunta de su compañero de Villa. «Ah no, eso sí que no». El Uchiha conocía bien lo que había sucedido con los partidarios de Uzumaki Zoku.
—Yo... Eh... ¡No! ¡Claro que no! —terminó por decir, como si la pregunta le hubiese ofendido—. Apoyaba a Akimichi Yakisoba, claro, por eso me apenó que renunciase en favor de Uzumaki Gouna-sama...