3/06/2017, 16:53
(Última modificación: 3/06/2017, 17:25 por Umikiba Kaido.)
Lo cierto es que aquello del viaje no era nada acordado, ni mucho menos. Cada uno de los candidatos tenía la perpetua potestad de partir a la hora o el día que quisiese, y acompañado de quien éstos deseasen, a fin de movilizarse hasta las proximidades del Valle de los Dojos. No obstante, para Keisuke, Mogura, y Kaido, resultaría una completa y total coincidencia que, una vez decidido levantar sus traseros de sus camas y habiendo preparado todo lo que según ellos iban a necesitar para el tiempo que iban a pasar en aquel lejano valle; se encontrasen en la salida de la aldea, y pudieran entablar una conversación que les permitiese decidir viajar juntos.
El escualo llegó de segundo, y no conocía al único muchacho que allí se encontraba. Le miró con rostro poco amigable, y se acercó confianzudo hasta sus proximidades a fin de comentarle algo.
—Eh, tú: ¿qué haces aquí afuera, sólo? —preguntó—. deberías comenzar a moverte, tenemos un largo camino hasta el Valle de los Dojos. ¿O es que no te han recomendado para participar?
El escualo llegó de segundo, y no conocía al único muchacho que allí se encontraba. Le miró con rostro poco amigable, y se acercó confianzudo hasta sus proximidades a fin de comentarle algo.
—Eh, tú: ¿qué haces aquí afuera, sólo? —preguntó—. deberías comenzar a moverte, tenemos un largo camino hasta el Valle de los Dojos. ¿O es que no te han recomendado para participar?