5/06/2017, 22:29
El Uchiha iba tomando nota mental de todo lo que Soroku iba informándole. El hombre que debía aflojar la cartera se hacía llamar Kojuro Shinzo, un tipo que al parecer había hecho un encargo particularmente grande para abastecer un futuro torneo. Cuando el herrero mencionó el precio al que ascendía el encargo, sin embargo, su semblante serio y concentrado a punto estuvo de romperse. El Uchiha tuvo que hacer acopio de toda su fuerza de voluntad para no soltar un exabrupto en el acto. «¡¿Veinticinco mil jodidos ryos?! ¡¿En serio?! Joder, y yo aquí peleándome por unas pequeñas exclusividades y rebajas. Para este tipo debo resultar una simple migaja. La leche…»
Seguidamente, el herrero aseguró que el torneo existía de verdad, y que se haría llamar el Torneo de los Dojos. Una competición de la que nada había oído hablar Datsue… por el momento.
Con la zurda, el Uchiha tomó una taza de té, dejando que el cálido líquido humedeciese su boca. Le había dado mucho en lo que pensar. Tras unos segundos, dijo:
—¿Sabe si Shinzo acudirá al torneo? —De ser un torneo organizado por las tres grandes Villas, quizá tuviese la oportunidad de acudir como uno de los candidatos… o al menos como espectador. Y si el tal Shinzo decidía hacer una excepción y sacar la cabeza de su agujero para acudir al campeonato, seguramente tuviese allí su mejor oportunidad para abordarle—. De no ser así… —«Me cago en la puta, ahora entiendo yo tanto formalidad con la marca de hierro. Un tío seguramente bien posicionado, con contactos y de un país extranjero… Esto no se parece en nada a las misiones de capturar perros ladrones a las que estoy acostumbrado»—, me llevará su tiempo organizarme. Seguramente necesitaré un buen par de buenos shinobis para acompañarme. Shinobi en los que pueda... confiar.
¿Y podía confiar en Riko para tal tarea? El Uchiha no sabía qué pensar. En términos de seguridad, estaba claro, Akame sería el que más le convendría. No había en todo Oonindo mayor profesional que él. Ahora, ¿le convenía que se enterase de todos sus negocillos fuera de la Aldea?
«Definitivamente no…»
Seguidamente, el herrero aseguró que el torneo existía de verdad, y que se haría llamar el Torneo de los Dojos. Una competición de la que nada había oído hablar Datsue… por el momento.
Con la zurda, el Uchiha tomó una taza de té, dejando que el cálido líquido humedeciese su boca. Le había dado mucho en lo que pensar. Tras unos segundos, dijo:
—¿Sabe si Shinzo acudirá al torneo? —De ser un torneo organizado por las tres grandes Villas, quizá tuviese la oportunidad de acudir como uno de los candidatos… o al menos como espectador. Y si el tal Shinzo decidía hacer una excepción y sacar la cabeza de su agujero para acudir al campeonato, seguramente tuviese allí su mejor oportunidad para abordarle—. De no ser así… —«Me cago en la puta, ahora entiendo yo tanto formalidad con la marca de hierro. Un tío seguramente bien posicionado, con contactos y de un país extranjero… Esto no se parece en nada a las misiones de capturar perros ladrones a las que estoy acostumbrado»—, me llevará su tiempo organizarme. Seguramente necesitaré un buen par de buenos shinobis para acompañarme. Shinobi en los que pueda... confiar.
¿Y podía confiar en Riko para tal tarea? El Uchiha no sabía qué pensar. En términos de seguridad, estaba claro, Akame sería el que más le convendría. No había en todo Oonindo mayor profesional que él. Ahora, ¿le convenía que se enterase de todos sus negocillos fuera de la Aldea?
«Definitivamente no…»
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado