5/06/2017, 22:50
A medida que iba adentrándose en el callejón, más dudas asolaban su mente. ¿Habría atrapado Akame al asesino? ¿O en cambio habría sido él quién había sido…?
¡Plac! El Uchiha no tuvo tiempo ni a emitir un chillido de angustia. Cuando procesó todo lo que había pasado, se encontraba ya en el suelo, con el mortal tacto del filo de una katana en su gaznate. No le darían ni tiempo a suplicar por su vida. Todo se había acabado. Todo…
—¿¡Datsue-kun!?
Todo el repentino miedo que acababa de sentir se transformó de pronto en pura rabia. ¡El muy cabrón casi le había matado del susto!
—¡El mismo! —rugió, empujándole para que se le quitase de encima. Todavía sentía el corazón a punto de salírsele por la boca—. Atacar a un compañero a traición… —se quejó, mientras se levantaba y se sacudía el polvo—. No me lo esperaba de ti, Akame, no me lo esperaba de… ¡HOSTIA PUTA! —no recordaba ya cuantas veces había gritado aquello, pero no había tenido más remedio que repetirlo por enésima vez. Aiko se encontraba frente a él, partida, literalmente, por la mitad. Su cintura se estaba descomponiendo en decenas de mariposas, y ni rastro había ya de sus piernas.
—Voy a enviar unas cuantas mas... —dijo la chica, con toda la naturalidad del mundo.
—Unas cuántas… —El Uchiha seguía sin dar crédito a lo que veían sus ojos. Ojos, por cierto, que parecían a punto de salírsele de las órbitas—. C-claro, claro. Lo típico, vaya. A-adelante.
Entonces, un nuevo enjambre de mariposas pareció dividirse en dos, tomando direcciones opuestas. Era como si… Como si aquella chica pudiese controlarlas. Una kunoichi, sin duda. Con el ninjutsu más extraño que Datsue había visto en su vida.
—Haré que las mariposas se dispersen por toda la ciudad, estaos atentos para cuando os avise.
—Por supuesto —afirmó Datsue, tratando de conferir a su voz una seguridad de la que ni por asomo tenía. Entonces se acercó a Akame, y en voz muy baja, para que solo él pudiese oírle, susurró—. Está… buscando al asesino, ¿no?
¡Plac! El Uchiha no tuvo tiempo ni a emitir un chillido de angustia. Cuando procesó todo lo que había pasado, se encontraba ya en el suelo, con el mortal tacto del filo de una katana en su gaznate. No le darían ni tiempo a suplicar por su vida. Todo se había acabado. Todo…
—¿¡Datsue-kun!?
Todo el repentino miedo que acababa de sentir se transformó de pronto en pura rabia. ¡El muy cabrón casi le había matado del susto!
—¡El mismo! —rugió, empujándole para que se le quitase de encima. Todavía sentía el corazón a punto de salírsele por la boca—. Atacar a un compañero a traición… —se quejó, mientras se levantaba y se sacudía el polvo—. No me lo esperaba de ti, Akame, no me lo esperaba de… ¡HOSTIA PUTA! —no recordaba ya cuantas veces había gritado aquello, pero no había tenido más remedio que repetirlo por enésima vez. Aiko se encontraba frente a él, partida, literalmente, por la mitad. Su cintura se estaba descomponiendo en decenas de mariposas, y ni rastro había ya de sus piernas.
—Voy a enviar unas cuantas mas... —dijo la chica, con toda la naturalidad del mundo.
—Unas cuántas… —El Uchiha seguía sin dar crédito a lo que veían sus ojos. Ojos, por cierto, que parecían a punto de salírsele de las órbitas—. C-claro, claro. Lo típico, vaya. A-adelante.
Entonces, un nuevo enjambre de mariposas pareció dividirse en dos, tomando direcciones opuestas. Era como si… Como si aquella chica pudiese controlarlas. Una kunoichi, sin duda. Con el ninjutsu más extraño que Datsue había visto en su vida.
—Haré que las mariposas se dispersen por toda la ciudad, estaos atentos para cuando os avise.
—Por supuesto —afirmó Datsue, tratando de conferir a su voz una seguridad de la que ni por asomo tenía. Entonces se acercó a Akame, y en voz muy baja, para que solo él pudiese oírle, susurró—. Está… buscando al asesino, ¿no?
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado