5/06/2017, 23:30
Datsue, riñó notablemente a su "compañero", delatando a la misma vez su situación militar. Para la chica, en se preciso momento, esa información era lo menos importante. Concentrada en su objetivo, no podía dejar de mirar por la ciudad por sus numerosos grupos de mariposas. Entre tanto, ambos se disponían a su vera. Unos murmullos entre ellos se saciaban de información acerca de la chica, pero nuevamente ésto carecía de importancia para ella. Ensimismada, no podía dejar escapar a sus presas, aunque las muy malditas lo estaban haciendo de fábula. Por mas y mas que buscaba en el silencio de la noche, sus rastreadoras personales no lograban dar caza a su presa —el hombre rata y su acompañante shinobi— así que lo único que podía hacer era proseguir la búsqueda.
Por un instante, su intensa búsqueda se vio levemente interrumpida. Akame, impaciente por continuar la aventura, preguntó a la chica si picaban —como si se tratase de una pesca— pero por desgracia la respuesta no era positiva. La chica mantuvo el silencio por un instante mas, manteniendo la tensión en el aire. Fue entonces que se le ocurrió algo, poner fin al avance de la huida de los adversarios. Sin demora, mandó algunas de éstas mariposas que había desplegado hacia los límites de la urbe, las cuales quedaron bien alzadas en el aire, vigías de la frontera.
—No... aún no. —contestó al fin. —He puesto unas cuantas exploradoras para vigilar las salidas de la ciudad, para que no puedan huir. Pero... no consigo encontrarlos aún. Quizás ese shinobi ha realizado un henge, o ha realizado alguna técnica para camuflarse de alguna manera... no sé, ya debería haberlo encontrado...
Pero, lo último que perdería era la intención, la confianza. Blandió el brazo derecho, y éste desapareció en otra tempestad de mariposas. De nuevo, mas emisarias que buscarían la presa, el sustento de la caza. Éstas, las nuevas integrantes de la banda de rastreo, se elevarían mas que ninguna, buscando a los objetivos desde una buena altura. Cuales rapaces, lo único que debían buscar eran movimientos bruscos, extraños.
Solo quedaba esperar a que las exploradoras diesen con la presa.
Por un instante, su intensa búsqueda se vio levemente interrumpida. Akame, impaciente por continuar la aventura, preguntó a la chica si picaban —como si se tratase de una pesca— pero por desgracia la respuesta no era positiva. La chica mantuvo el silencio por un instante mas, manteniendo la tensión en el aire. Fue entonces que se le ocurrió algo, poner fin al avance de la huida de los adversarios. Sin demora, mandó algunas de éstas mariposas que había desplegado hacia los límites de la urbe, las cuales quedaron bien alzadas en el aire, vigías de la frontera.
—No... aún no. —contestó al fin. —He puesto unas cuantas exploradoras para vigilar las salidas de la ciudad, para que no puedan huir. Pero... no consigo encontrarlos aún. Quizás ese shinobi ha realizado un henge, o ha realizado alguna técnica para camuflarse de alguna manera... no sé, ya debería haberlo encontrado...
Pero, lo último que perdería era la intención, la confianza. Blandió el brazo derecho, y éste desapareció en otra tempestad de mariposas. De nuevo, mas emisarias que buscarían la presa, el sustento de la caza. Éstas, las nuevas integrantes de la banda de rastreo, se elevarían mas que ninguna, buscando a los objetivos desde una buena altura. Cuales rapaces, lo único que debían buscar eran movimientos bruscos, extraños.
Solo quedaba esperar a que las exploradoras diesen con la presa.
![[Imagen: 2UsPzKd.gif]](http://i.imgur.com/2UsPzKd.gif)