8/06/2017, 21:35
(Última modificación: 8/06/2017, 21:36 por Inuzuka Nabi.)
— ¡YAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! ¡Nabi-kun! ¡Qué susto! ¡Pensaba que no aparecerías!
— ¡Cuando la kunoichi más hermosa de Uzushiogakure te invita a ir con ella a un torneo la respuesta es siempre sí! Si no me hubieran elegido hubiera venido igual.
— Siento no haberte avisado en persona... No me esperaba que me eligiesen como participante, y cuando me enteré entré en pánico y no supe qué hacer... Bueno, sí, ir contigo.
En mi submarino sonaron todas las alarmas, las antiincendio, las anticonvulsiones, las antidislexia, pero sobretodo, las que más resonaban hasta en el dedo meñique de mi pie izquierdo, eran las antierecciones. Ella apretó el agarre, y yo la abracé más fuerte, alejando levemente la cintura.
Entonces deshice el abrazo sujetandole la mano izquierda con mi derecha y con la otra mano señalando al horizonte.
— Pongamonos en marcha pues, al lugar donde los sueños se hacen realidad. ¡A pegarnos con gente de otras villas!
Con una pequeña mochila a la espalda y la chica que había robado mi corazón de la mano me dispuse a marchar en dirección al valle de los dojos, acercandola primero a su equipaje para que lo cogiese con su mano libre.
— ¿Tienes algún recorrido pensado? ¿¡O vamos a la aventura a dormir al raso!? Cómo los ninjas de antaño, viviendo en el bosque, pescando en el rio y disfrutando cada segundo que podía ser el último. Tendría que haber cogido mi repelente de bijuus.
— ¡Cuando la kunoichi más hermosa de Uzushiogakure te invita a ir con ella a un torneo la respuesta es siempre sí! Si no me hubieran elegido hubiera venido igual.
— Siento no haberte avisado en persona... No me esperaba que me eligiesen como participante, y cuando me enteré entré en pánico y no supe qué hacer... Bueno, sí, ir contigo.
En mi submarino sonaron todas las alarmas, las antiincendio, las anticonvulsiones, las antidislexia, pero sobretodo, las que más resonaban hasta en el dedo meñique de mi pie izquierdo, eran las antierecciones. Ella apretó el agarre, y yo la abracé más fuerte, alejando levemente la cintura.
Entonces deshice el abrazo sujetandole la mano izquierda con mi derecha y con la otra mano señalando al horizonte.
— Pongamonos en marcha pues, al lugar donde los sueños se hacen realidad. ¡A pegarnos con gente de otras villas!
Con una pequeña mochila a la espalda y la chica que había robado mi corazón de la mano me dispuse a marchar en dirección al valle de los dojos, acercandola primero a su equipaje para que lo cogiese con su mano libre.
— ¿Tienes algún recorrido pensado? ¿¡O vamos a la aventura a dormir al raso!? Cómo los ninjas de antaño, viviendo en el bosque, pescando en el rio y disfrutando cada segundo que podía ser el último. Tendría que haber cogido mi repelente de bijuus.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)