30/06/2015, 14:22
Nabi se sentó en una de esas poco elegantes sillas plegables. Sin decir nada más dejo que tanto sus compañeros como el tendero que parecia todo un orador intercambiaran palabras. Aunque fue bastante unilateral. El cocinero no paraba de hablar y hablar, echando epicidad y corazón a su plato, parecia que más de venderles un simple plato tradicional de pulpo les estaba ofreciendo una oportunidad única de explorar todo un nuevo mundo. Admiraba el arrojo del hombre, pero era solo una comida como tantas otras. Aún así, tenia que admitir que echarle toda aquella emoción a un negocio con tan pequeño margen de beneficio era algo que poca gente podia hacer.
Tras el sentido discurso del hombre todo lo que Nabi habia sacado en claro era el nombre del puesto, Saki no Tako, y que pescaba pulpos. Tras finalizar su sermon, Kazuma le instó a que les ofreciera algo mientras hacia la comida. A lo cual el pulpero les sirvió tres tazas de lo que parecia ser té. Juro le dio un trago y puso una cara rara. Y Kazuma ni lo miro. Por su parte, el rubio no estaba muy por la labor, no tenia sed ni hambre, así que prefirió dejar el té para despues. El marionetista le dijo que bebiera a ver si se sentia mejor.
No es por sed ni hambre, ese último golpe que me he dado contra Kazuma me ha dejado más tocado de lo que pensé. En un rato estaré mejor. Pero de momento, me esperaré a que llegue ese pulpo para beber.
Dicho eso, se estiró en la silla. Se sentia más despierto que antes, poco a poco se iba recuperando. El siguiente en hablar volvió a ser Juro, que estaba en racha. Esta vez preguntaba por el precio. Nabi se limitaria a esperar la respuesta por parte de Kazuma ya que aquello no iba con él.
Tras el sentido discurso del hombre todo lo que Nabi habia sacado en claro era el nombre del puesto, Saki no Tako, y que pescaba pulpos. Tras finalizar su sermon, Kazuma le instó a que les ofreciera algo mientras hacia la comida. A lo cual el pulpero les sirvió tres tazas de lo que parecia ser té. Juro le dio un trago y puso una cara rara. Y Kazuma ni lo miro. Por su parte, el rubio no estaba muy por la labor, no tenia sed ni hambre, así que prefirió dejar el té para despues. El marionetista le dijo que bebiera a ver si se sentia mejor.
No es por sed ni hambre, ese último golpe que me he dado contra Kazuma me ha dejado más tocado de lo que pensé. En un rato estaré mejor. Pero de momento, me esperaré a que llegue ese pulpo para beber.
Dicho eso, se estiró en la silla. Se sentia más despierto que antes, poco a poco se iba recuperando. El siguiente en hablar volvió a ser Juro, que estaba en racha. Esta vez preguntaba por el precio. Nabi se limitaria a esperar la respuesta por parte de Kazuma ya que aquello no iba con él.
—Nabi—