9/06/2017, 17:49
Miraba al frente mientras escuchaba a Eri-hime y pensaba en que en ese sitio era justo donde siempre había querido estar, caminando tranquilamente de la mano con Eri. La sola idea de pasar así cuatro días más me provocaba una dicha que no era capaz de encontrar donde acababa dicha dicha.
— Bueno, yo solo sé una técnica básica de kenjutsu, pero no hace falta ser experto en kenjutsu para utilizar un arma de filo, además, doy lástima con la Kodachi. —
— Yo tampoco soy nada del otro mundo. Aprendí a usar la Kodachi para defenderme en el cuerpo a cuerpo contra samurais y gente que use armas. Aunque tambien va genial para parar armas arrojadizas.
¿Sabes? Desde que me gradué solo me he peleado una vez, lancé dos shuriken de hielo y una técnica de suiton, y ya, por eso siento que estoy perdiendo práctica.
— Yo no me peleo con otro shinobi desde la academia sin ir más lejos, voy entrenando cada día para no perder practica pero la verdad es que sí que se nota que hace tiempo que no combato.
Los troncos no se resistian tanto como los humanos a ser apuñalados y golpeados repetidamente. Era consciente de por donde iba la conversación y pegarme con Eri... era un tema delicado, pero la idea de que se pegara con otro constantemente para entrenar... Solo tenía que tener cuidado y evadir como pudiese.
»Además, ¿qué es un ninja sin experiencia? Seguro que muchos de nuestros compañeros o contrincantes tendrán más experiencia que nosotros... Por eso, lo mejor que podríamos hacer es entrenarnos antes de los combates.
— Seguro, sobretodo los de Amegakure, he oido que los obligan a pegarse bajo la lluvia en cada misión de rango D hasta que uno de los dos cae... para siempre.
Asentí lentamente apenado por la triste vida de los pobres Amegakurienses recordando a la chica esa que conocí que seguramente hubiera recibido un severo castigo de vuelta a su pueblo al que llaman villa a falta de un calificativo mejor para el hervidero de odio que era eso.
— Bueno, yo solo sé una técnica básica de kenjutsu, pero no hace falta ser experto en kenjutsu para utilizar un arma de filo, además, doy lástima con la Kodachi. —
— Yo tampoco soy nada del otro mundo. Aprendí a usar la Kodachi para defenderme en el cuerpo a cuerpo contra samurais y gente que use armas. Aunque tambien va genial para parar armas arrojadizas.
¿Sabes? Desde que me gradué solo me he peleado una vez, lancé dos shuriken de hielo y una técnica de suiton, y ya, por eso siento que estoy perdiendo práctica.
— Yo no me peleo con otro shinobi desde la academia sin ir más lejos, voy entrenando cada día para no perder practica pero la verdad es que sí que se nota que hace tiempo que no combato.
Los troncos no se resistian tanto como los humanos a ser apuñalados y golpeados repetidamente. Era consciente de por donde iba la conversación y pegarme con Eri... era un tema delicado, pero la idea de que se pegara con otro constantemente para entrenar... Solo tenía que tener cuidado y evadir como pudiese.
»Además, ¿qué es un ninja sin experiencia? Seguro que muchos de nuestros compañeros o contrincantes tendrán más experiencia que nosotros... Por eso, lo mejor que podríamos hacer es entrenarnos antes de los combates.
— Seguro, sobretodo los de Amegakure, he oido que los obligan a pegarse bajo la lluvia en cada misión de rango D hasta que uno de los dos cae... para siempre.
Asentí lentamente apenado por la triste vida de los pobres Amegakurienses recordando a la chica esa que conocí que seguramente hubiera recibido un severo castigo de vuelta a su pueblo al que llaman villa a falta de un calificativo mejor para el hervidero de odio que era eso.
—Nabi—