9/06/2017, 21:36
(Última modificación: 9/06/2017, 21:37 por Uzumaki Eri.)
— Seguro, sobretodo los de Amegakure, he oído que los obligan a pegarse bajo la lluvia en cada misión de rango D hasta que uno de los dos cae... para siempre.
— ¡Huala! ¿En serio? ¿Cómo te has enterado? — Exclamó la joven virando la vista para mirar al joven con los ojos bien abiertos. — Estos Amenios... La verdad es que no he hablado mucho con ellos, en mis viajes me he topado con... — Paró para hacer una rápida cuenta con los dedos. — ¡Cuatro! El chico que se llamaba Mogura, tu también estabas, vaya; Amedama Daruu, al que tuvimos que volver a visitar para completar una misión, un calvo llamado Karamaru que... ¡Pff! Si te contase lo que nos pasó...
Rió ante su propio comentario y se rascó la nuca, intentando acordarse de la cuarta.
— ¡Ah sí! Y una Yamanaka que se llamaba Reika.
Terminó de enumerar mientras miraba al cielo, como si rememorase todos los momentos que había pasado fuera de casa y por ello había topado con aquella gente.
— De Kusa solo conozco a un tal... Esto... ¿Kota? No, ese era un chico malo, ¡Yota! ¡Sí, eso! Aunque no por mucho tiempo, fue en el Puente Kannabi. — Asintió para sí misma y luego volvió a enfocar su vista en su acompañante. — ¿Y tú? ¿Conoces a alguien de otras villas?
— ¡Huala! ¿En serio? ¿Cómo te has enterado? — Exclamó la joven virando la vista para mirar al joven con los ojos bien abiertos. — Estos Amenios... La verdad es que no he hablado mucho con ellos, en mis viajes me he topado con... — Paró para hacer una rápida cuenta con los dedos. — ¡Cuatro! El chico que se llamaba Mogura, tu también estabas, vaya; Amedama Daruu, al que tuvimos que volver a visitar para completar una misión, un calvo llamado Karamaru que... ¡Pff! Si te contase lo que nos pasó...
Rió ante su propio comentario y se rascó la nuca, intentando acordarse de la cuarta.
— ¡Ah sí! Y una Yamanaka que se llamaba Reika.
Terminó de enumerar mientras miraba al cielo, como si rememorase todos los momentos que había pasado fuera de casa y por ello había topado con aquella gente.
— De Kusa solo conozco a un tal... Esto... ¿Kota? No, ese era un chico malo, ¡Yota! ¡Sí, eso! Aunque no por mucho tiempo, fue en el Puente Kannabi. — Asintió para sí misma y luego volvió a enfocar su vista en su acompañante. — ¿Y tú? ¿Conoces a alguien de otras villas?