10/06/2017, 02:03
La chica lanzó una pregunta que lejos de buscar herir la sensibilidad de los otros, tan solo era curiosidad, curiosidad por saber el motivo por el cuál se habían colado en un fiesta. Sin embargo, la respuesta que Datsue le lanzó en contra fue algo mas que cortante. Sin pelos en la lengua, aunque si algo dificultosa, zanjó que no poseían dinero suficiente para ese tipo de eventos, pero que buenamente estaban tratando de solucionarlo. Ésto fue corroborado por su compatriota, que no tardó en alegar que la idea había sido suya, siendo que ése último afirmaba haber ido por oír la música del famoso artista. Ahora, de buenas a primeras, el interesante era el que bien había pasado inadvertido en la reunión anterior.
«Curioso cómo cambian las tornas...»
La chica afirmó un par de veces con un gesto vertical de cabeza, confirmando entender la situación de ambos. —Entiendo... —contestó al dúo.
Fue entonces, que Datsue preguntó por si habían mas de un objetivo. Principalmente preguntó a su compañero, eso si, no pudiendo obviar la pregunta también hacia la pelirroja, buscando saber si era kunoichi. Antes de que ésta contestase, Akame se apresuró a informar al otro de que así era, había al menos un segundo objetivo, y seguramente se trataba de un shinobi. Tras ello, Akame tampoco tardó en interrogar a la chica, buscando saber porqué no llevaba símbolo alguno pese a ser kunoichi. Ciertamente, eso podía dar a entender que era una proscrita, una kunoichi que renegaba a su facción. Lejos de todo eso, la chica tan solo buscaba relajarse un rato, y disfrutar de su vida eterna.
—Si soy kunoichi, de Amegakure. —respondió —No llevo ni armas, ni bandana, ni nada salvo un poco de dinero... estaba intentando disfrutar de una velada lejos del trabajo, pero por lo que se ve... ni en el fin del mundo una se libra de su oficio. Desearía pasar del tema, emborracharme, y hacer lo que me venga en gana... pero no sería para nada moral.
Entre tanto, dejó que Akame se adelantase, puesto que conocía el lugar donde iban. —Lo de las mariposas aún no me han hecho encontrar a esos idiotas... por muy buena habilidad que sea, parece que siempre hay rivales con habilidades aún mas sorprendentes...
Evidentemente, no, no se había olvidado del comentario del otro chico.
«Curioso cómo cambian las tornas...»
La chica afirmó un par de veces con un gesto vertical de cabeza, confirmando entender la situación de ambos. —Entiendo... —contestó al dúo.
Fue entonces, que Datsue preguntó por si habían mas de un objetivo. Principalmente preguntó a su compañero, eso si, no pudiendo obviar la pregunta también hacia la pelirroja, buscando saber si era kunoichi. Antes de que ésta contestase, Akame se apresuró a informar al otro de que así era, había al menos un segundo objetivo, y seguramente se trataba de un shinobi. Tras ello, Akame tampoco tardó en interrogar a la chica, buscando saber porqué no llevaba símbolo alguno pese a ser kunoichi. Ciertamente, eso podía dar a entender que era una proscrita, una kunoichi que renegaba a su facción. Lejos de todo eso, la chica tan solo buscaba relajarse un rato, y disfrutar de su vida eterna.
—Si soy kunoichi, de Amegakure. —respondió —No llevo ni armas, ni bandana, ni nada salvo un poco de dinero... estaba intentando disfrutar de una velada lejos del trabajo, pero por lo que se ve... ni en el fin del mundo una se libra de su oficio. Desearía pasar del tema, emborracharme, y hacer lo que me venga en gana... pero no sería para nada moral.
Entre tanto, dejó que Akame se adelantase, puesto que conocía el lugar donde iban. —Lo de las mariposas aún no me han hecho encontrar a esos idiotas... por muy buena habilidad que sea, parece que siempre hay rivales con habilidades aún mas sorprendentes...
Evidentemente, no, no se había olvidado del comentario del otro chico.