11/06/2017, 22:26
Nabi le estrechó la mano. Que majo. Así si estaba bien, sin caidas de bandanas accidentales ni revelaciones de identidad forzadas. A veces estaba bien ser un niño y ya.
— Hasta pronto, Juro-san. Intenta no perderte, eh.
— No prometo nada — comentó, riendo. Aunque más bien, debería estar llorando. Porque iba totalmente en serio.
Con media sonrisa, observó como el chico saltaba entre los tejados y se alejaba del lugar. Si fuera un chico normal de verdad, le habría parecido lo más similar a un superheroe. Lastima que siendo un ninja, él también sabía hacerlo. En serio, era realmente fácil. Hasta un bebe entrenado podría. Quizá lo hacía para quedar bien ante ignorantes.
Solo tenía que volver a la plaza y...
Un puñetazo le barrió y le arrojó al suelo.
— ¡JURO! — Mierda. Le había encontrado. Ahora iba a morir.
Katsue, despeinada y con una mirada de furia, le observó, incredula.
— ¿Dónde estabas? ¿Sabes lo preocupada que me tenias? — exclamó, incrédula de que su hermano le hiciese algo así —. ¡Llevo buscandote horas!
— Lo siento...
— Y más que lo vas a sentir. Ya verás que rápido se terminan las salidas de la villa.
— Oh, venga. No puedes...
Antes de decir, le agarró de la oreja y le arrastró con ella.
— En cuanto salga de esta ciudad, te vas a quedar un buen rato dentro de mi marioneta de contención. Y creeme, no va a ser nada agradable...
Juro llegaría a casa vivo, pero con grandes secuelas. Y un buen castigo.
— Hasta pronto, Juro-san. Intenta no perderte, eh.
— No prometo nada — comentó, riendo. Aunque más bien, debería estar llorando. Porque iba totalmente en serio.
Con media sonrisa, observó como el chico saltaba entre los tejados y se alejaba del lugar. Si fuera un chico normal de verdad, le habría parecido lo más similar a un superheroe. Lastima que siendo un ninja, él también sabía hacerlo. En serio, era realmente fácil. Hasta un bebe entrenado podría. Quizá lo hacía para quedar bien ante ignorantes.
Solo tenía que volver a la plaza y...
Un puñetazo le barrió y le arrojó al suelo.
— ¡JURO! — Mierda. Le había encontrado. Ahora iba a morir.
Katsue, despeinada y con una mirada de furia, le observó, incredula.
— ¿Dónde estabas? ¿Sabes lo preocupada que me tenias? — exclamó, incrédula de que su hermano le hiciese algo así —. ¡Llevo buscandote horas!
— Lo siento...
— Y más que lo vas a sentir. Ya verás que rápido se terminan las salidas de la villa.
— Oh, venga. No puedes...
Antes de decir, le agarró de la oreja y le arrastró con ella.
— En cuanto salga de esta ciudad, te vas a quedar un buen rato dentro de mi marioneta de contención. Y creeme, no va a ser nada agradable...
Juro llegaría a casa vivo, pero con grandes secuelas. Y un buen castigo.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60