12/06/2017, 10:15
— Pero... ¿no has visto ningún anuncio de congelados de Mercakunoichi? El tio este blanco blanco blanco, que tiene un rostro totalmente inexpresivo, que siempre sale con el bigote de gamba y te dice "Pesqueñines no gracias, hay que dejarlos crecer". Pues era igual pero sin el bigote. Y sí, ambos ninjas.
— Pensaba que fuera de la televisión sería más abierto... Vaya, ¿y qué le pasa a esta gente? ¿Por qué están tan serios siempre? — Preguntó más al aire que a su acompañante, con el ceño fruncido y la mirada desviada un poco hacia arriba.
Luego el tema pasó a lo que ella había preguntado con anterioridad: Riko, aquel chico de cabellos blancos y bastante destacable entre los que había en Uzushio, pero que era un poco débil hablando de fuerza.
— Bueno, quizás en su cabeza todo se viese mucho mejor, porque lo que se dice en la práctica creo que no salió muy bien... Creo que lo que pasó es que Riko quería hacer equipo con Noemi. — Afirmó, decidida, ya que era la respuesta más lógica que podía dar a aquella situación.
— Pero vamos, que tú mantuviste la compostura mucho mejor de lo que yo lo hubiera hecho si no me hubiera partido el brazo. El dolor me hizo más aprensivo y por no destrozar el espiritu del equipo no lo maté ahí mismo.
— ¿Yo mantuve la compostura? Si en el examen respondí todo o bien mal, o directamente no respondí por lo nerviosa que estaba... — Se sinceró la joven. — Casi me muero de vergüenza allí mismo, aguanté hasta el final porque era un dos contra tres... Pero por lo demás, hubiéramos perdido si de mí hubiese dependido.
Suspiró y se frotó el ojo derecho.
— Menos mal que te tuvimos a ti, seguro que respondiste todo muy bien, o al menos no tan nervioso como otros. — Afirmó mientras levantaba el puño y una sonrisa se apoderaba de sus labios.
— Aunque aún recuerdo que nos prometiste una celebración digna de un kage. Un Senju ni perdona ni olvida.
La chica asintió de una forma un tanto exagerada para luego levantar el pulgar de su mano libre.
— Cuando volvamos a estar los tres juntos, iremos a celebrarlo, ¡es una promesa!
— Pensaba que fuera de la televisión sería más abierto... Vaya, ¿y qué le pasa a esta gente? ¿Por qué están tan serios siempre? — Preguntó más al aire que a su acompañante, con el ceño fruncido y la mirada desviada un poco hacia arriba.
Luego el tema pasó a lo que ella había preguntado con anterioridad: Riko, aquel chico de cabellos blancos y bastante destacable entre los que había en Uzushio, pero que era un poco débil hablando de fuerza.
— Bueno, quizás en su cabeza todo se viese mucho mejor, porque lo que se dice en la práctica creo que no salió muy bien... Creo que lo que pasó es que Riko quería hacer equipo con Noemi. — Afirmó, decidida, ya que era la respuesta más lógica que podía dar a aquella situación.
— Pero vamos, que tú mantuviste la compostura mucho mejor de lo que yo lo hubiera hecho si no me hubiera partido el brazo. El dolor me hizo más aprensivo y por no destrozar el espiritu del equipo no lo maté ahí mismo.
— ¿Yo mantuve la compostura? Si en el examen respondí todo o bien mal, o directamente no respondí por lo nerviosa que estaba... — Se sinceró la joven. — Casi me muero de vergüenza allí mismo, aguanté hasta el final porque era un dos contra tres... Pero por lo demás, hubiéramos perdido si de mí hubiese dependido.
Suspiró y se frotó el ojo derecho.
— Menos mal que te tuvimos a ti, seguro que respondiste todo muy bien, o al menos no tan nervioso como otros. — Afirmó mientras levantaba el puño y una sonrisa se apoderaba de sus labios.
— Aunque aún recuerdo que nos prometiste una celebración digna de un kage. Un Senju ni perdona ni olvida.
La chica asintió de una forma un tanto exagerada para luego levantar el pulgar de su mano libre.
— Cuando volvamos a estar los tres juntos, iremos a celebrarlo, ¡es una promesa!