12/06/2017, 10:39
Y así, la tensa calma abrazó a los presentes tras las palabras serias y conciliadoras de Akame. A pesar de su gran esfuerzo, la leña no tomó llama suficiente como para que Yota tuviera que salir de sus cabales. Por el contrario, se mantuvo sereno, conciliador e incluso tan bromistas como aquellos que continuaban soltando cualquier cantidad de perjuras sinsentido acerca de su aldea.
Sin embargo, fuera por el fraternal almuerzo que la tripulación les había preparado, o el maravilloso paisaje que les rodeaba, aquello continuó siendo un compartir entre colegas de profesión. Akame contó una extraña historia, Datsue como era de costumbre actuó a su bola e intentó comenzar a relacionarse con la elegante dama, quien ajena a los otros shinobi, preguntó primero por su nombre.
Dejando al intrépido Uchiha en su ligue, Kaido no tuvo de otra que responder a la interrogante del más serio de los herederos de la voluntad de Hazama.
—Claro que sí, Akame-san, claro que sí. ¿O concibes que un evento de tal importancia y magnitud se lleve a cabo sin la presencia de una de las grandes estrellas en ciernes de Amegakure? —sonrió, orgulloso— imposible que no participe, o en su defecto, que os patee el culo en todos los aspectos del maldito examen para irme a casa con el chaleco.
Sin embargo, fuera por el fraternal almuerzo que la tripulación les había preparado, o el maravilloso paisaje que les rodeaba, aquello continuó siendo un compartir entre colegas de profesión. Akame contó una extraña historia, Datsue como era de costumbre actuó a su bola e intentó comenzar a relacionarse con la elegante dama, quien ajena a los otros shinobi, preguntó primero por su nombre.
Dejando al intrépido Uchiha en su ligue, Kaido no tuvo de otra que responder a la interrogante del más serio de los herederos de la voluntad de Hazama.
—Claro que sí, Akame-san, claro que sí. ¿O concibes que un evento de tal importancia y magnitud se lleve a cabo sin la presencia de una de las grandes estrellas en ciernes de Amegakure? —sonrió, orgulloso— imposible que no participe, o en su defecto, que os patee el culo en todos los aspectos del maldito examen para irme a casa con el chaleco.