15/06/2017, 15:18
Pero no había mucho más tiempo para exámenes chunnins, costumbres propias de Kusagakure o mierdas de ese tipo. Se avecinaba tormenta, nos estaba cogiendo y pronto estaría sobre nuestras cabezas para poner la nota negativa a aquel viaje hasta Isla Monotonia.
Los tripulantes se apuraron en recoger todos los bártulos de la comida y nos aconsejaron que tomásemos asiento. Esta vez les haría caso y sustituiría la barandilla por uno de aquellos bancos, justo al lado de donde se había sentado Uchiha Akame. Sentí el sudor frío propio del miedo a diñarla. jamás me había enfrentado a esa situación pero se veía a la gente extremadamente inquieta. Uno de los marineros fue trepando por los mástiles, recogiendo las velas como si fuera un autentico mono, con una agilidad digna de ser admirada hasta que sucedió lo inevitable. Un mal movimiento y el tipo se pegó un viaje a gran velocidad contra el suelo realmente duro.
Escuché la reacción de Akame ante el accidente y luego vi el charco de sangre.
— Me cago en mi vida... Se ha muerto, joder
Pero no estábamos en disposición de poder ayudarle. La nave empezaba a moverse demasiado producto de las olas desencadenadas por el mal tiempo. Tanto fue así que otro de los marineros tras liberarse de un nudo que se había hecho con algún cabo cayó por la borda. Pidió auxilio a pleno pulmón pero nadie parecía dispuesto a moverse. Dentro de mí sentí la necesidad de hacer algo por él.
— Esto, Akame... Tendríamos que ayudar al que se ha caído por ahí. Vamos, échame una mano
Los tripulantes se apuraron en recoger todos los bártulos de la comida y nos aconsejaron que tomásemos asiento. Esta vez les haría caso y sustituiría la barandilla por uno de aquellos bancos, justo al lado de donde se había sentado Uchiha Akame. Sentí el sudor frío propio del miedo a diñarla. jamás me había enfrentado a esa situación pero se veía a la gente extremadamente inquieta. Uno de los marineros fue trepando por los mástiles, recogiendo las velas como si fuera un autentico mono, con una agilidad digna de ser admirada hasta que sucedió lo inevitable. Un mal movimiento y el tipo se pegó un viaje a gran velocidad contra el suelo realmente duro.
Escuché la reacción de Akame ante el accidente y luego vi el charco de sangre.
— Me cago en mi vida... Se ha muerto, joder
Pero no estábamos en disposición de poder ayudarle. La nave empezaba a moverse demasiado producto de las olas desencadenadas por el mal tiempo. Tanto fue así que otro de los marineros tras liberarse de un nudo que se había hecho con algún cabo cayó por la borda. Pidió auxilio a pleno pulmón pero nadie parecía dispuesto a moverse. Dentro de mí sentí la necesidad de hacer algo por él.
— Esto, Akame... Tendríamos que ayudar al que se ha caído por ahí. Vamos, échame una mano
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa