20/06/2017, 22:50
Me había levantado tarde y mal, aún no estaba hecho a mi nuevo alojamiento y ya ni hablamos de las nuevas compañias. Parecía que cada día era una cara nueva que conocer, lo cual era un palo para alguien como yo, que socializar era más pesado que entrenar Taijutsu durante horas. La gente era extraña y se tomaba las cosas de una forma extraña.
No desayuné mucho porque mi estomago aún estaba más para allá que para acá, así que lo mejor era dejarlo reposar un rato y abrir el hambre con un buen surtido de hostias. Me paseé un rato por los dojos interiores con mi vestimenta habitual y mis instrumentos habituales, llevaba mi Kodachi aunque no tenía pensado usarla, por si los Amenios.
Si una cosa había quedado clara es que si rompias algo en los dojos, ya podías correr bien lejos, unirte a una secta que quisiera revivir algún dios antiguo y conseguir revivirlo de una forma inesperada y que destruya el planeta, porque si no te ibas a tragar las reparaciones que tú mismo ibas a pagar ya fuera en ryos o sangre.
Mi mente aún estaba un poco descolocada, pero cuando vi a un chaval que se me quería sonar levemente haciendo un espectaculo de Taijutsu más digno de Kusagakureño que de Uzushiogakure tuve que acercarme. Dejé mi mochila con mi desayuno para despues y mi Kodachi en el casillero numero dos y me acerqué.
— Solo porque el aire no se pueda defender no significa que puedas hacer como que te da igual cómo golpearle. Si vas a practicar hazlo bien, cada golpe tienes que lanzarlo como si hubiera algo a lo que darle. No mover tus manos rápido como si con eso bastase.
Era algo básico del Taijutsu, lo malo de lo básico es que la gente tiende a olvidarlo cuando practica y acaba por tampoco hacerlo a la hora de la verdad.
— No te voy a hacer una demostración porque eres bastante más rápido que yo y parecería que te estoy vacilando haciendolo a cámara lenta.
No desayuné mucho porque mi estomago aún estaba más para allá que para acá, así que lo mejor era dejarlo reposar un rato y abrir el hambre con un buen surtido de hostias. Me paseé un rato por los dojos interiores con mi vestimenta habitual y mis instrumentos habituales, llevaba mi Kodachi aunque no tenía pensado usarla, por si los Amenios.
Si una cosa había quedado clara es que si rompias algo en los dojos, ya podías correr bien lejos, unirte a una secta que quisiera revivir algún dios antiguo y conseguir revivirlo de una forma inesperada y que destruya el planeta, porque si no te ibas a tragar las reparaciones que tú mismo ibas a pagar ya fuera en ryos o sangre.
Mi mente aún estaba un poco descolocada, pero cuando vi a un chaval que se me quería sonar levemente haciendo un espectaculo de Taijutsu más digno de Kusagakureño que de Uzushiogakure tuve que acercarme. Dejé mi mochila con mi desayuno para despues y mi Kodachi en el casillero numero dos y me acerqué.
— Solo porque el aire no se pueda defender no significa que puedas hacer como que te da igual cómo golpearle. Si vas a practicar hazlo bien, cada golpe tienes que lanzarlo como si hubiera algo a lo que darle. No mover tus manos rápido como si con eso bastase.
Era algo básico del Taijutsu, lo malo de lo básico es que la gente tiende a olvidarlo cuando practica y acaba por tampoco hacerlo a la hora de la verdad.
— No te voy a hacer una demostración porque eres bastante más rápido que yo y parecería que te estoy vacilando haciendolo a cámara lenta.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)