21/06/2017, 20:51
Carente de la capacidad de dejar de lado el asesinato, y encauzar el correspondiente trámite —la encarcelación de los culpables— la chica no podía dejar de registrar cada palmo de la urbe. Pero, a sabiendas de que eso podía llevarle varios días, la primordial cuestión no era peinar todas y cada una de las calles de la ciudad con sus mariposas, si no mas bien buscar sitios con características singulares. Ese llamado Jefe sin duda no viviría en una chabola, los magnates financieros, jefes de bandas, y demases del estilo no solían cortarse un solo pelo respecto a sus comodidades. Siempre había sido así, y seguramente éste no era menos.
Sus mariposas cambiaron repentinamente de pareceres, y un par de docenas se aislaron hacia los exteriores, buscando evitar que el asesino y el shinobi que le acompañaba escapasen de la urbe. No sabía si éste último era un residente de la ciudad, así que si estaba en lo cierto, la abandonaría ahora que su trabajo estaba hecho. Las mariposas se repartieron en un gran perímetro, bien separadas pero con suficiente visión para abarcar más terreno, obviamente a una altura abundante.
El resto de exploradoras comenzarían a buscar zonas donde el lujo no faltase, las casas mas grandes y bien decoradas de la ciudad. Una vez encontradas, comenzarían un registro exhaustivo de la zona, en pos de encontrar cualquier indicio de crimen o de los sospechosos que buscaba. Le tomase mas o menos tiempo, era una parte primordial del trabajo...
Entre tanto, las mariposas del salón amenguaron las distancias un poco con respecto a las chicas y Akame. Quería ver todo lo mejor posible, para no perder demasiado detalle. Quizás no era la mejor de las ideas acercarse demasiado, pero... exceptuando a los chicos, seguramente el resto no sospecharían de unas indefensas e inofensivas mariposas.
Sus mariposas cambiaron repentinamente de pareceres, y un par de docenas se aislaron hacia los exteriores, buscando evitar que el asesino y el shinobi que le acompañaba escapasen de la urbe. No sabía si éste último era un residente de la ciudad, así que si estaba en lo cierto, la abandonaría ahora que su trabajo estaba hecho. Las mariposas se repartieron en un gran perímetro, bien separadas pero con suficiente visión para abarcar más terreno, obviamente a una altura abundante.
El resto de exploradoras comenzarían a buscar zonas donde el lujo no faltase, las casas mas grandes y bien decoradas de la ciudad. Una vez encontradas, comenzarían un registro exhaustivo de la zona, en pos de encontrar cualquier indicio de crimen o de los sospechosos que buscaba. Le tomase mas o menos tiempo, era una parte primordial del trabajo...
Entre tanto, las mariposas del salón amenguaron las distancias un poco con respecto a las chicas y Akame. Quería ver todo lo mejor posible, para no perder demasiado detalle. Quizás no era la mejor de las ideas acercarse demasiado, pero... exceptuando a los chicos, seguramente el resto no sospecharían de unas indefensas e inofensivas mariposas.