25/06/2017, 13:56
— Era su vida o entregarse, no sé, yo habría hecho lo mismo. —
En el momento en que Eri lo defendió me imaginé a mi mismo en esa situación, es decir, unos shinobis de Ame persiguiendome por lo que fuera. Yo habría huido sin dudar, durante un instante ínfimo simpaticé con aquel extraño muchacho cuyo apellido no parecía tener tanto sentido como sus acciones. ¡Pero no era lo mismo! Uzushiogakure era la buena y poderosa villa de la justicia y el perdón a los inocentes, si Uzu te dice que te entregues, te entregas a una vida mejor llena de oportunidades. Si alguien de Ame te pide que te entregues es para realizar todo tipo de nuevas e innovadoras torturas contigo.
— Claro... Uff... ¡Qué aproveche! —
La entrada en escena de la comida había dejado en segundo plano la anterior conversación, lo cual agradecí profundamente. Seguramente hubiera acabado liandola como siempre que intentaba dialogar con alguien durante un periodo extendido de tiempo, a veces no tan extendido ni tan periodo.
Imité a Eri-hime y empecé a comerme aquellas delicias mezclandolas entre ellas, un poco de bacon con el bistec, unas patatas con el bacon y un poco de cerdo con el bacon. Mis manos iban y venian de mi boca, que masticaba tan rápido como podía para no salpicar ni que se me cayera nada. Ante todo, era un chico bien educado.
Al terminar el bistec y el cerdo tomé una servilleta y me limpié los labios de una forma ultra refinada.
— Me encuentro totalmente satisfecho estomacalmente.
En el momento en que Eri lo defendió me imaginé a mi mismo en esa situación, es decir, unos shinobis de Ame persiguiendome por lo que fuera. Yo habría huido sin dudar, durante un instante ínfimo simpaticé con aquel extraño muchacho cuyo apellido no parecía tener tanto sentido como sus acciones. ¡Pero no era lo mismo! Uzushiogakure era la buena y poderosa villa de la justicia y el perdón a los inocentes, si Uzu te dice que te entregues, te entregas a una vida mejor llena de oportunidades. Si alguien de Ame te pide que te entregues es para realizar todo tipo de nuevas e innovadoras torturas contigo.
— Claro... Uff... ¡Qué aproveche! —
La entrada en escena de la comida había dejado en segundo plano la anterior conversación, lo cual agradecí profundamente. Seguramente hubiera acabado liandola como siempre que intentaba dialogar con alguien durante un periodo extendido de tiempo, a veces no tan extendido ni tan periodo.
Imité a Eri-hime y empecé a comerme aquellas delicias mezclandolas entre ellas, un poco de bacon con el bistec, unas patatas con el bacon y un poco de cerdo con el bacon. Mis manos iban y venian de mi boca, que masticaba tan rápido como podía para no salpicar ni que se me cayera nada. Ante todo, era un chico bien educado.
Al terminar el bistec y el cerdo tomé una servilleta y me limpié los labios de una forma ultra refinada.
— Me encuentro totalmente satisfecho estomacalmente.
—Nabi—