26/06/2017, 02:54
Keisuke tenía cojones, de eso no había duda.
—Debes tener cuidado con lo que dices, colega —inquirió, grosero—. a mí me importa una mierda que hurgues en la memoria de la difunta Kage de Uzushiogakure, pero ellos de seguro no pensarán lo mismo. Lo que le haya pasado es, por lamentable que fuera, asunto de ellos y de nadie más. Debatamos sobre nuestros muertos, no de los ajenos.
Finalmente, y en vista de que ninguno pudo conseguir una dirección absoluta; el escualo instó a Keisuke a que volviera a tomar marcha. Él, hizo lo mismo.
—Y bueno, no creas demasiado lo que he dicho sobre los uzureños; creo que me ha podido un poco la rivalidad que existe entre nuestras naciones. Pero lo cierto es que conozco a tres de ellos, y aquí entre nos; los respeto. Son buenos shinobi, y serán grandes rivales en el torneo si llegan a presentarse.
»Si llegas oir la palabra Uchiha, enciende tus alertas, compañero —y dijo aquello con la más grande sonrisa de todas, como si se alimentase de la rivalidad que pudiera existir entre él y las personas de las que hablaba. Jóvenes con los que se hubo embarcado en grandes aventuras y de las que había salido victorioso, como con Akame, Datsue, y su buen amigo Riko.
—Debes tener cuidado con lo que dices, colega —inquirió, grosero—. a mí me importa una mierda que hurgues en la memoria de la difunta Kage de Uzushiogakure, pero ellos de seguro no pensarán lo mismo. Lo que le haya pasado es, por lamentable que fuera, asunto de ellos y de nadie más. Debatamos sobre nuestros muertos, no de los ajenos.
Finalmente, y en vista de que ninguno pudo conseguir una dirección absoluta; el escualo instó a Keisuke a que volviera a tomar marcha. Él, hizo lo mismo.
—Y bueno, no creas demasiado lo que he dicho sobre los uzureños; creo que me ha podido un poco la rivalidad que existe entre nuestras naciones. Pero lo cierto es que conozco a tres de ellos, y aquí entre nos; los respeto. Son buenos shinobi, y serán grandes rivales en el torneo si llegan a presentarse.
»Si llegas oir la palabra Uchiha, enciende tus alertas, compañero —y dijo aquello con la más grande sonrisa de todas, como si se alimentase de la rivalidad que pudiera existir entre él y las personas de las que hablaba. Jóvenes con los que se hubo embarcado en grandes aventuras y de las que había salido victorioso, como con Akame, Datsue, y su buen amigo Riko.