27/06/2017, 19:43
—Buenos días, Aiko-san —respondió el Uchiha, dando otro bocado a su tosta—. ¿Así que todavía estás interesada en ese criminal?
No es que Akame no se considerase un tipo curioso —lo era—, sino que en aquel momento, quién fuera, qué hiciese o qué tuviese que ver aquel Jefe en lo sucedido la noche anterior le importaba menos que la historia del cadáver andante. Si bien es cierto que una tenía más probabilidades de ser cierta que la otra, el gennin de Uzu no podía evitar que su incorregible apetito por los sucesos misteriosos le arrastrase tras la pista del muerto vivo.
Así pues, esperó hasta haber masticado bien el trozo de pan con mermelada que tenía en la boca, haberlo tragado y bebido un sorbo de té. Luego, contestó.
—Lo cierto, Aiko-san, es que a mí me parece mucho más interesante el relato de un muerto que anda... y habla —sus ojos negros brillaron con anticipación—. ¿Habías oído alguna vez historia semejante? Yo no, y desde luego prefiero pasarme el día tratando de esclarecerla que persiguiendo a un mafiosillo de tres al cuarto.
»Eso prefiero hacerlo cobrando.
En ese momento llegó Datsue, todavía somñoliento y con cara de pocos amigos. Tras pedir su desayuno, se sentó junto a los otros dos ninjas.
—Buenos días, Datsue-kun —respondió Akame, bebiendo otro sorbo de su taza—. ¿Y tú, qué prefieres? ¿Averiguar la verdad sobre el extraño caso del muerto parlante o jugarte los cuartos con un criminal yamiriense, quizás echando a perder una futura y posible misión de rango C?
No es que Akame no se considerase un tipo curioso —lo era—, sino que en aquel momento, quién fuera, qué hiciese o qué tuviese que ver aquel Jefe en lo sucedido la noche anterior le importaba menos que la historia del cadáver andante. Si bien es cierto que una tenía más probabilidades de ser cierta que la otra, el gennin de Uzu no podía evitar que su incorregible apetito por los sucesos misteriosos le arrastrase tras la pista del muerto vivo.
Así pues, esperó hasta haber masticado bien el trozo de pan con mermelada que tenía en la boca, haberlo tragado y bebido un sorbo de té. Luego, contestó.
—Lo cierto, Aiko-san, es que a mí me parece mucho más interesante el relato de un muerto que anda... y habla —sus ojos negros brillaron con anticipación—. ¿Habías oído alguna vez historia semejante? Yo no, y desde luego prefiero pasarme el día tratando de esclarecerla que persiguiendo a un mafiosillo de tres al cuarto.
»Eso prefiero hacerlo cobrando.
En ese momento llegó Datsue, todavía somñoliento y con cara de pocos amigos. Tras pedir su desayuno, se sentó junto a los otros dos ninjas.
—Buenos días, Datsue-kun —respondió Akame, bebiendo otro sorbo de su taza—. ¿Y tú, qué prefieres? ¿Averiguar la verdad sobre el extraño caso del muerto parlante o jugarte los cuartos con un criminal yamiriense, quizás echando a perder una futura y posible misión de rango C?