27/06/2017, 21:54
Aiko había sido bastante clara con sus intenciones, pues realmente estaba afligida por no haber podido localizar a esos criminales de poca monta la noche anterior. Tenía bastante seguridad en sí misma, así como en sus habilidades. Aquel fallo realmente le había fastidiado, y mas aun que hubiese sido delante de otros shinobis —de otra aldea— nada mas y nada menos. Akame, que ciertamente no estaba dentro de la cabeza de la kunoichi, preguntó si aún estaba interesada en ese asunto. Tras ello, le asestó un nuevo bocado a su tostada.
No pudo evitar una mueca de desagrado, quería seguir con el caso.
La chica aprovechó para dar un sorbo del zumo, haciendo tiempo para que éste esclareciese el motivo de su pregunta... si es que llegaba a hacerlo. No se equivocó demasiado, tras tragar, el chico confesó que le parecía mucho mas interesante el relato de un muerto viviente, que hablaba. La pelirroja alzó una ceja en una clara mueca de curiosidad. ¿Hablaba de ella? El chico continuó aclarando sus intenciones, añadiendo que prefería invertir el tiempo en esa historia del muerto viviente que en atrapar a un mafioso; éste último caso podía esperar, e incluso ejecutarse bajo cobro.
—No entiendo a qué te refieres con eso de un muerto que habla... —pero en ese instante recordó la conversación. —Aaahhh... vale, vale... Estaba medio dormida, y no terminé de prestar mucha atención a eso. La verdad... ¿qué interés podría tener en eso? Al parecer el muerto no volvió a vivir, se murió del todo después... ¿no? No es que fuese inmortal o algo parecido.
Para ella, no había sido algo asombroso o fuera de lugar. También era de recalcar, que no podía ser algo extraño para una persona que había muerto tantas veces. Para ella, hasta era absurda la idea de una inmortalidad fallida, y eso que la suya tampoco es que fuese una inmortalidad perfecta...
Datsue llegó a la mesa, con cara de tener no pocos amigos, si no ninguno. Seco, como una paja en una mañana de verano, saludó. Akame, mas enérgico, saludó a su compañero y sin vacilar un instante preguntó si éste prefería averiguar sobre el Jefe o prefería dejarlo para mas adelante, como una posible misión de rango C.
—Bueno días, Datsue. —se apresuró a saludar.
No pudo evitar una mueca de desagrado, quería seguir con el caso.
La chica aprovechó para dar un sorbo del zumo, haciendo tiempo para que éste esclareciese el motivo de su pregunta... si es que llegaba a hacerlo. No se equivocó demasiado, tras tragar, el chico confesó que le parecía mucho mas interesante el relato de un muerto viviente, que hablaba. La pelirroja alzó una ceja en una clara mueca de curiosidad. ¿Hablaba de ella? El chico continuó aclarando sus intenciones, añadiendo que prefería invertir el tiempo en esa historia del muerto viviente que en atrapar a un mafioso; éste último caso podía esperar, e incluso ejecutarse bajo cobro.
—No entiendo a qué te refieres con eso de un muerto que habla... —pero en ese instante recordó la conversación. —Aaahhh... vale, vale... Estaba medio dormida, y no terminé de prestar mucha atención a eso. La verdad... ¿qué interés podría tener en eso? Al parecer el muerto no volvió a vivir, se murió del todo después... ¿no? No es que fuese inmortal o algo parecido.
Para ella, no había sido algo asombroso o fuera de lugar. También era de recalcar, que no podía ser algo extraño para una persona que había muerto tantas veces. Para ella, hasta era absurda la idea de una inmortalidad fallida, y eso que la suya tampoco es que fuese una inmortalidad perfecta...
Datsue llegó a la mesa, con cara de tener no pocos amigos, si no ninguno. Seco, como una paja en una mañana de verano, saludó. Akame, mas enérgico, saludó a su compañero y sin vacilar un instante preguntó si éste prefería averiguar sobre el Jefe o prefería dejarlo para mas adelante, como una posible misión de rango C.
—Bueno días, Datsue. —se apresuró a saludar.
![[Imagen: 2UsPzKd.gif]](http://i.imgur.com/2UsPzKd.gif)