28/06/2017, 21:10
(Última modificación: 29/07/2017, 02:44 por Amedama Daruu.)
—T-t-t-te vi p-p-p-por la v-v-v-ventana —tartamudeó Daruu—. N-no podía dormir por los r-ronquidos de tu tío y-y pensé que te estarías helando y... Y te traje la manta.
Las mejillas de Ayame se encendieron, conmovida por aquel gesto de su compañero. Estaba a punto de darle las gracias, pero entonces...
—C-creo que me estoy enamorando de t-t-ti.
La confesión cayó sobre ella como un martillazo. Ayame abrió y cerró la boca varias veces, preguntándose si había escuchado bien o su cerebro le acababa de jugar una mala pasada. Pero, pese al tartamudeo, las palabras habían sido claras. Su corazón latía desbocado. Su rostro ardía con la furia de mil infiernos. Y las mariposas de su estómago aletearon con aún más fuerza. En su cabeza, las voces de Kiroe y Karoi se entremezclaban de manera confusa...
¿Estaba enamorada? ¿Era aquello lo que sentía? Daruu siempre le había parecido un chico interesante y cuanto más tiempo pasaba con él, más tiempo quería estar con él... Y él la había besado en el laberinto... ¿No había sido sólo un impulso por la situación?
La cabeza le daba vueltas, e inconscientemente se tapó con la manta hasta la nariz.
—Y... yo... t... también... creoqueestoyenamoradadeti —soltó de golpe, casi sin respirar.
Pero los ojos se le llenaron de lágrimas... Sintió un pequeño picor en la frente y en la espalda.
—¿Pero... por qué yo...? —preguntó con un hilo de voz—. Hay cosas de mí que no sabes...
»Y además... soy fea.
Las mejillas de Ayame se encendieron, conmovida por aquel gesto de su compañero. Estaba a punto de darle las gracias, pero entonces...
—C-creo que me estoy enamorando de t-t-ti.
La confesión cayó sobre ella como un martillazo. Ayame abrió y cerró la boca varias veces, preguntándose si había escuchado bien o su cerebro le acababa de jugar una mala pasada. Pero, pese al tartamudeo, las palabras habían sido claras. Su corazón latía desbocado. Su rostro ardía con la furia de mil infiernos. Y las mariposas de su estómago aletearon con aún más fuerza. En su cabeza, las voces de Kiroe y Karoi se entremezclaban de manera confusa...
«Así que te gusta mi hijo, ¿eh? Si es que siempre he pensado que haríais buena pareja. Pero, ¡tan pronto! No me lo esperaba, la verdad...»
«Bueeeeeno, ahora que estamos lejos de los ojos de ese padre tuyo, decidme. Con confianza. ¿Sois novios?»
«¡Que sepas que tienes toda mi aprobación! Y no deberías huir de tu padre por eso. Sé que no se lo va a tomar a bien, ¡pero Daruu es un trozo de pan! Se acostumbrará, tendrá que hacerlo. ¡Debéis luchar por lo vuestro! ¡Como en una peli romántica!»
«Bueeeeeno, ahora que estamos lejos de los ojos de ese padre tuyo, decidme. Con confianza. ¿Sois novios?»
«¡Que sepas que tienes toda mi aprobación! Y no deberías huir de tu padre por eso. Sé que no se lo va a tomar a bien, ¡pero Daruu es un trozo de pan! Se acostumbrará, tendrá que hacerlo. ¡Debéis luchar por lo vuestro! ¡Como en una peli romántica!»
¿Estaba enamorada? ¿Era aquello lo que sentía? Daruu siempre le había parecido un chico interesante y cuanto más tiempo pasaba con él, más tiempo quería estar con él... Y él la había besado en el laberinto... ¿No había sido sólo un impulso por la situación?
La cabeza le daba vueltas, e inconscientemente se tapó con la manta hasta la nariz.
—Y... yo... t... también... creoqueestoyenamoradadeti —soltó de golpe, casi sin respirar.
Pero los ojos se le llenaron de lágrimas... Sintió un pequeño picor en la frente y en la espalda.
—¿Pero... por qué yo...? —preguntó con un hilo de voz—. Hay cosas de mí que no sabes...
»Y además... soy fea.