29/06/2017, 00:15
En lo que llevaba dentro de aquel micro país apenas si había tenido el gusto de toparse con solo un par de compatriotas de Uzushio, jamás con nadie más y comenzaba a carcomerle el hecho de no haber podido relacionarse con prácticamente ningún extranjero, excepto por aquel Hyuuga pero eso fue antes de llegar al valle. «¿Será que la mayoría de los participantes son de Uzushio? »Se preguntaba la kunoichi algo desanimada mientras trotaba por un sendero no muy concurrido.
Usualmente correría por los terrenos más irregulares posibles, pero aquel día tan bonito prefirió hacerlo por el camino bastante marcado. No había motivo en particular, simplemente quiso hacerlo y ya, tampoco era que fuese a morir por hacerlo.
Luego de un buen rato la rubia llegó hasta una extensa plataforma bastante lisa. Se veía bastante magullada pero al menos se mantenía completa, por lo menos a simple vista. De todas formas Koko subió a ella y comenzó a recorrerla lentamente observando cada detalle, parecía ser un buen lugar para lanzar algunas técnicas eléctricas sin riesgo de dañar nada.
—Podría… —murmuró para sí misma tras haber recorrido más de la mitad de la plataforma.
La chica al comprobar el estado de toda la estructura se paró cerca de uno de los bordes de la misma y ejecutó una serie de sellos lentamente y recitando cada uno para sí misma en voz baja.
—Buey, liebre, mono, dragón, rata, pájaro, serpiente, perro, mono —tras concluir con ese último sello extendió su diestra y esperó a que algo sucediera.
Pero no, la electricidad no apareció y la pecosa por lo menos no entendía el motivo, después de todo estaba muy segura de haber hecho absolutamente todos los sellos y bien.
Usualmente correría por los terrenos más irregulares posibles, pero aquel día tan bonito prefirió hacerlo por el camino bastante marcado. No había motivo en particular, simplemente quiso hacerlo y ya, tampoco era que fuese a morir por hacerlo.
Luego de un buen rato la rubia llegó hasta una extensa plataforma bastante lisa. Se veía bastante magullada pero al menos se mantenía completa, por lo menos a simple vista. De todas formas Koko subió a ella y comenzó a recorrerla lentamente observando cada detalle, parecía ser un buen lugar para lanzar algunas técnicas eléctricas sin riesgo de dañar nada.
—Podría… —murmuró para sí misma tras haber recorrido más de la mitad de la plataforma.
La chica al comprobar el estado de toda la estructura se paró cerca de uno de los bordes de la misma y ejecutó una serie de sellos lentamente y recitando cada uno para sí misma en voz baja.
—Buey, liebre, mono, dragón, rata, pájaro, serpiente, perro, mono —tras concluir con ese último sello extendió su diestra y esperó a que algo sucediera.
Pero no, la electricidad no apareció y la pecosa por lo menos no entendía el motivo, después de todo estaba muy segura de haber hecho absolutamente todos los sellos y bien.