29/06/2017, 00:37
La sangre cortaba la circulación sanguínea que debía llegar al cerebro de Datsue, o simplemente las mañanas no le sentaban demasiado bien. No parecía dispuesto a colaborar en absoluto, su carácter era como el de un perro que mordía al dueño cuando éste le ofrece la comida. Ni tan siquiera con Akame estaba siendo amable, curioso. Ante sus secas y toscas palabras, quedó clara una única cosa, que quería ir al velatorio para ver algo con sus propios ojos. Además, si querían sacar información allí estaría la mujer, a la cuál seguro podían sacar mas información que a las dos piradas de la noche anterior.
Sin preámbulos, achacó a la pelirroja que ya sabría de lo que hablaba, mostrando una de sus mariposas de papel. Ésta no pudo evitar reír, la habían pillado al vuelo, o quizás estrellada para cuando quedó dormida. Vaya manera mas absurda de delatarse a sí misma, menuda espía estaba hecha...
—Jajajaja.... si, lo siento pero me pudo la curiosidad... soy mas curiosa que un gato.
Por su parte, Akame decidió que entonces irían al velatorio. Aunque, él se centraría en su muerto viviente, mientras que dejaba para el otro par el asunto del Jefe del hampa local. Eso sí, lanzó una pregunta que sin duda era importante. ¿Dónde se iba a dar la ceremonia? Muy, pero que muy buena pregunta.
La chica se encogió de hombros, carente de respuesta para tal pregunta. —Ni idea... la verdad.
»E insisto, no sé qué interés pueda despertar el que un muerto se levante y grite algo... serían sus últimas intenciones, no lo veo tampoco tan raro. Se supone que los muertos guardan aire, y pueden hacer últimas cosas cuando ya realmente están muertos, son reacciones del cuerpo de manera involuntaria... El hombre volvió a caer a peso de plomo, ¿no? ¿Entonces qué mas da? Ni que fuese inmortal...
Sin preámbulos, achacó a la pelirroja que ya sabría de lo que hablaba, mostrando una de sus mariposas de papel. Ésta no pudo evitar reír, la habían pillado al vuelo, o quizás estrellada para cuando quedó dormida. Vaya manera mas absurda de delatarse a sí misma, menuda espía estaba hecha...
—Jajajaja.... si, lo siento pero me pudo la curiosidad... soy mas curiosa que un gato.
Por su parte, Akame decidió que entonces irían al velatorio. Aunque, él se centraría en su muerto viviente, mientras que dejaba para el otro par el asunto del Jefe del hampa local. Eso sí, lanzó una pregunta que sin duda era importante. ¿Dónde se iba a dar la ceremonia? Muy, pero que muy buena pregunta.
La chica se encogió de hombros, carente de respuesta para tal pregunta. —Ni idea... la verdad.
»E insisto, no sé qué interés pueda despertar el que un muerto se levante y grite algo... serían sus últimas intenciones, no lo veo tampoco tan raro. Se supone que los muertos guardan aire, y pueden hacer últimas cosas cuando ya realmente están muertos, son reacciones del cuerpo de manera involuntaria... El hombre volvió a caer a peso de plomo, ¿no? ¿Entonces qué mas da? Ni que fuese inmortal...