2/07/2015, 02:42
Con toda seguridad había ocurrido algo fuera de lo común.
La cara de Kazuma era prueba de aquello, pues aunque ya habían transcurrido unos minutos desde que el oficial apreso al vendedor. El joven aun no estaba seguro de cómo reaccionar, ya que en parte estaba molesto por el engaño, pero por otro lado, los días que estuvo en la calles había comido cosas peores.
—Cielos, que situación tan embarazosa… de verdad lamento que pasara esto —fue lo que respondió a sus compañeros, a pesar de que su respuesta poco tuvo que ver con las preguntas de los mismos.
El Ishimura tomo un poco de aire y observo el ambiente mientras permitía que el soplo escapara suavemente de sus pulmones en un largo y cansado suspiro. Mientras estaba en eso, repaso mentalmente todos los sucesos de aquel día, a la vez que hacia un esfuerzo enorme por encontrar algún punto positivo en todo aquello.
Pero salvo el hecho de que debía desconfiar de las cosas con demasiadas propagandas, no encontró nada agradable entre sus memorias.
—Bueno chicos, me rindo, de verdad creo que hoy no es mi día —dijo mientras se le veía un poco avergonzado. Y hasta un ojo inexperto hubiera podido apreciar que el peso de todo lo que había ocurrido durante el día le tenía un poco estresado.
—Ha sido una jornada con muchas vueltas, así que me iré a casa y… No sé, creo que dormirá hasta mañana y veré si entonces me va mejor —aseguro aquello mientras dejaba caer un poco sus hombros.
—Y ustedes ¿Qué harán?
La cara de Kazuma era prueba de aquello, pues aunque ya habían transcurrido unos minutos desde que el oficial apreso al vendedor. El joven aun no estaba seguro de cómo reaccionar, ya que en parte estaba molesto por el engaño, pero por otro lado, los días que estuvo en la calles había comido cosas peores.
—Cielos, que situación tan embarazosa… de verdad lamento que pasara esto —fue lo que respondió a sus compañeros, a pesar de que su respuesta poco tuvo que ver con las preguntas de los mismos.
El Ishimura tomo un poco de aire y observo el ambiente mientras permitía que el soplo escapara suavemente de sus pulmones en un largo y cansado suspiro. Mientras estaba en eso, repaso mentalmente todos los sucesos de aquel día, a la vez que hacia un esfuerzo enorme por encontrar algún punto positivo en todo aquello.
Pero salvo el hecho de que debía desconfiar de las cosas con demasiadas propagandas, no encontró nada agradable entre sus memorias.
—Bueno chicos, me rindo, de verdad creo que hoy no es mi día —dijo mientras se le veía un poco avergonzado. Y hasta un ojo inexperto hubiera podido apreciar que el peso de todo lo que había ocurrido durante el día le tenía un poco estresado.
—Ha sido una jornada con muchas vueltas, así que me iré a casa y… No sé, creo que dormirá hasta mañana y veré si entonces me va mejor —aseguro aquello mientras dejaba caer un poco sus hombros.
—Y ustedes ¿Qué harán?