2/07/2017, 18:39
La seguridad era estricta, pero no estricta en plan, cacheos al público. Estricta en plan como si en vez de pelearnos fueramos a ver al maldito señor feudal siendo mensajero de una nación enemiga. Ya reunirnos a todos fuera media hora antes de los combates y prohibirnos hablar me pareció exagerado. Pero la cosa no acabó ahí, se nos fue metiendo de uno en uno como si fueramos reos con un guardia siempre en nuestra espalda.
Cuando por fin te dejaban libre de vigilancia era para meterte en un cuchitril insonorizado, por si lo de la claustrofobia o algo. La cosa se estaba volviendo tan ilogica que tuve que sonreir ligeramente deleitandome de lo locos que eran estos samurais. Ni siquiera se me paso por la cabeza que eso fuera para que no supieramos los emparejamientos, si no los sabiamos como ibamos a chivarnoslo.
Si habían explicado las normas yo no estaba escuchando, lo cual podía ser. Finalmente, la puerta se desbloqueó y pillé la indirecta. Salí al ring, caminando tranquilamente, tampoco tenía ninguna prisa y busqué alguna marca en mi lado del enorma circulo de madera. Cuando la encontrara me posicionaría sobre ella y levantaría la mirada hacia el público, hacia mi kage.
Sentí una bofetada en toda la cara, me había despistado por todo el rollo del torneo y de estar en el centro de atención, pero ahí no estaba. Y ahí no la ví. Shiona no estaba, en su lugar estaba Gouna y dos kages mirando con confusión a la nueva Uzukage.
Me recompusé y moví la mirada hasta el lugar simetrico a donde yo estaba, donde mi contrincante debería estar.
Cuando por fin te dejaban libre de vigilancia era para meterte en un cuchitril insonorizado, por si lo de la claustrofobia o algo. La cosa se estaba volviendo tan ilogica que tuve que sonreir ligeramente deleitandome de lo locos que eran estos samurais. Ni siquiera se me paso por la cabeza que eso fuera para que no supieramos los emparejamientos, si no los sabiamos como ibamos a chivarnoslo.
Si habían explicado las normas yo no estaba escuchando, lo cual podía ser. Finalmente, la puerta se desbloqueó y pillé la indirecta. Salí al ring, caminando tranquilamente, tampoco tenía ninguna prisa y busqué alguna marca en mi lado del enorma circulo de madera. Cuando la encontrara me posicionaría sobre ella y levantaría la mirada hacia el público, hacia mi kage.
Sentí una bofetada en toda la cara, me había despistado por todo el rollo del torneo y de estar en el centro de atención, pero ahí no estaba. Y ahí no la ví. Shiona no estaba, en su lugar estaba Gouna y dos kages mirando con confusión a la nueva Uzukage.
Me recompusé y moví la mirada hasta el lugar simetrico a donde yo estaba, donde mi contrincante debería estar.
—Nabi—