7/07/2017, 10:48
Akame tuvo que asentir, reflexivo, ante la respuesta de su compañero. Desde luego, una treta como aquella era perfectamente plausible si se trataba de la gente de Amegakure; al fin y al cabo, eran peligrosos, furibundos y poco dados a pensar antes de actuar. «Es una posibilidad, eso está claro... Malditos amenios». Asintió de nuevo.
El tema siguió por los mismos derroteros. Nabi quería saber qué información tenía Akame sobre los shinobi de la Lluvia. Al principio el Uchiha pensó en darle largas y guardársela para sí mismo... «Pero, ¿no somos compañeros de Aldea? Cuantos más rivales derrotemos, más alto quedará el estandarte de Uzu en la competición. Debería compartir con él toda la información que tenga... O casi toda».
—Pues veamos... —replicó Akame, haciendo memoria—. Watasashi Aiko es una kunoichi pelirroja, con mucho carácter. Maneja unas extrañas figuras de origami que le permiten vigilar grandes espacios, o lanzarse en picado contra sus enemigos para cortarlos —añadió, recordando las habilidades de Aiko—. Luego está Umikiba Kaido, lo reconocerás al instante porque es azul y parece un pez. Es un tipo duro y fuerte, peligroso a corta distancia —el rostro del Tiburón, con su boca repleta de afilados colmillos, le vino a la mente—. Ah, y Amedama Daruu. Un shinobi bastante habilidoso, no conviene subestimarlo. De algún modo es capaz de anticiparse a los ataques de sus enemigos.
De los pocos más que conocía, como Habaki Karamaru, no tenía suficiente información como para que mereciese la pena mencionarlos.
—¿Y qué puedes contarme tú?
El tema siguió por los mismos derroteros. Nabi quería saber qué información tenía Akame sobre los shinobi de la Lluvia. Al principio el Uchiha pensó en darle largas y guardársela para sí mismo... «Pero, ¿no somos compañeros de Aldea? Cuantos más rivales derrotemos, más alto quedará el estandarte de Uzu en la competición. Debería compartir con él toda la información que tenga... O casi toda».
—Pues veamos... —replicó Akame, haciendo memoria—. Watasashi Aiko es una kunoichi pelirroja, con mucho carácter. Maneja unas extrañas figuras de origami que le permiten vigilar grandes espacios, o lanzarse en picado contra sus enemigos para cortarlos —añadió, recordando las habilidades de Aiko—. Luego está Umikiba Kaido, lo reconocerás al instante porque es azul y parece un pez. Es un tipo duro y fuerte, peligroso a corta distancia —el rostro del Tiburón, con su boca repleta de afilados colmillos, le vino a la mente—. Ah, y Amedama Daruu. Un shinobi bastante habilidoso, no conviene subestimarlo. De algún modo es capaz de anticiparse a los ataques de sus enemigos.
De los pocos más que conocía, como Habaki Karamaru, no tenía suficiente información como para que mereciese la pena mencionarlos.
—¿Y qué puedes contarme tú?