8/07/2017, 14:20
—. Akame me habló mucho de ti, ¿sabes? —«¿Akame le habló de mí? ¿Qué le habrá dicho?» —Me contó cómo le traicionaste… — A la par que el ceño de Datsue se frunció, el suyo hizo lo mismo, sin embargo no era odio ni rabia, era confusión; la confusión comenzaba a avistarse en su joven rostro mientras el Sharingan aparecía en los ojos del Uchiha. —En el Valle del Fin.
«¿Yo traicionar a Akame? ¡Pero si completamos la misión!»
— ¡Eso es mentira, Datsue-san!— Exclamó ella mientras cerraba la mano en un puño, la izquierda, claro. — Akame-san y yo cumplimos la misión, ¡no le traicioné! ¡Completamos lo que nos mandaron!
La confusión poco a poco iba tornándose en enfado. ¿Quién se creía aquel chico como para acusarla de traición sobre un camarada? Era absurdo, ¡ella amaba su vida sobre cualquier cosa! Y él, un chico que ni si quiera procedía de su villa como tal. Vale, era un camarada al haberse graduado como ninja del Remolino, pero de ahí a acusar a otra persona de traición, a otro camarada.
Pero lo peor, es que Datsue todavía lanzaba veneno por entre sus labios, un veneno que iba afectando a la kunoichi por momentos y que alimentaba su enfado y rabia hasta límites que todavía no había experimentado.
—¿Me traicionarás a mí también, Eri? — Preguntó, esta vez; en voz más baja. —. ¿Traicionarás a tu Villa, y a la memoria de Shiona-sama en este combate, tal y como hiciste con el pobre Akame?
— Yo—pausa—No—pausa—He—pausa—Traicionado—pausa—A nadie.
Tomó aire y luego señaló con el índice a Datsue.
— ¡Yo nunca he traicionado a mi villa, nunca he traicionado a Akame, y nunca osaría a manchar la memoria de Shiona, ni en este combate ni nunca. — Cada palabra fue pronunciada con el mismo tono de voz con el que le había hablado el Uchiha. — Y tú no eres quién para decir estas cosas sobre otro camarada, a no ser que seas tú, el que esté traicionando a su propia villa...
Sus palabras salían de su boca antes de que ella pudiese pensarlas, pero no podía evitarlo; se sentía dolida por lo pronunciado, le había tocado la fibra sensible y ahora no podía perdonar aquello.
— Así que un gusto, Datsue-san, espero que disfrutemos de nuestro combate. — Hizo una pequeña reverencia y volvió a su posición.
No quería darle opción a hablar más, pero ella no decidiría eso, sin embargo no esperaría a que él pronunciase nuevas palabras pues de pronto tomó una de sus más recientes adquisiciones y la tiró frente a ella creando un muro de humo entre ambos.
«¿Yo traicionar a Akame? ¡Pero si completamos la misión!»
— ¡Eso es mentira, Datsue-san!— Exclamó ella mientras cerraba la mano en un puño, la izquierda, claro. — Akame-san y yo cumplimos la misión, ¡no le traicioné! ¡Completamos lo que nos mandaron!
La confusión poco a poco iba tornándose en enfado. ¿Quién se creía aquel chico como para acusarla de traición sobre un camarada? Era absurdo, ¡ella amaba su vida sobre cualquier cosa! Y él, un chico que ni si quiera procedía de su villa como tal. Vale, era un camarada al haberse graduado como ninja del Remolino, pero de ahí a acusar a otra persona de traición, a otro camarada.
Pero lo peor, es que Datsue todavía lanzaba veneno por entre sus labios, un veneno que iba afectando a la kunoichi por momentos y que alimentaba su enfado y rabia hasta límites que todavía no había experimentado.
—¿Me traicionarás a mí también, Eri? — Preguntó, esta vez; en voz más baja. —. ¿Traicionarás a tu Villa, y a la memoria de Shiona-sama en este combate, tal y como hiciste con el pobre Akame?
— Yo—pausa—No—pausa—He—pausa—Traicionado—pausa—A nadie.
Tomó aire y luego señaló con el índice a Datsue.
— ¡Yo nunca he traicionado a mi villa, nunca he traicionado a Akame, y nunca osaría a manchar la memoria de Shiona, ni en este combate ni nunca. — Cada palabra fue pronunciada con el mismo tono de voz con el que le había hablado el Uchiha. — Y tú no eres quién para decir estas cosas sobre otro camarada, a no ser que seas tú, el que esté traicionando a su propia villa...
Sus palabras salían de su boca antes de que ella pudiese pensarlas, pero no podía evitarlo; se sentía dolida por lo pronunciado, le había tocado la fibra sensible y ahora no podía perdonar aquello.
— Así que un gusto, Datsue-san, espero que disfrutemos de nuestro combate. — Hizo una pequeña reverencia y volvió a su posición.
No quería darle opción a hablar más, pero ella no decidiría eso, sin embargo no esperaría a que él pronunciase nuevas palabras pues de pronto tomó una de sus más recientes adquisiciones y la tiró frente a ella creando un muro de humo entre ambos.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)