8/07/2017, 17:21
El Uchiha sonrió para sí al ver que su pequeña táctica de desestabilización estaba funcionando. Ahora que sabía dónde atacar para que doliese, el Uchiha continuaría con aquellas pullas a lo largo del combate. En el proceso, perdería la opción de una posible amistad. Algo que le traía sin cuidado si al final se hacía con la victoria.
Abrió la boca para rebatirla, ahondando más en la herida, pero Eri optó por no darle oportunidad a réplica. La kunoichi no solo había levantado un muro de irreconciabilidad entre ellos dos con sus palabras, sino que también uno tangible y visible: uno de humo.
El Uchiha no se lo pensó dos veces. Dio varios saltos hacia atrás y a la derecha, aumentando la distancia que los separaba, mientras ponía en marcha una idea que había planificado precisamente con una bomba de humo. Gracias a ella, ahora podría guardársela para otra cosa.
Varios segundos más tarde, cuando el humo ya se había disipado, Eri podría ver a dos Datsues idénticos uno al lado del otro, tres metros más atrás de donde había visto al Uchiha por última vez, aunque algo más a su izquierda. En medio de ellos dos, el rastro de una nube de humo blanco, señal inequívoca de una técnica ilusoria, y dos getas tiradas en el suelo.
Ambos Datsues estaban descalzos.
El Uchiha de la izquierda empezó a correr entonces, trazando un arco desde su posición hacia la derecha de Eri, manteniendo siempre la misma distancia con ella. El de la derecha hizo lo mismo, pero por el lado opuesto. Su objetivo final: quedar ambos a cada lado de la kunoichi, a trece metros de ella, y a tan sólo dos del final del tatami.
Las pisadas de ambos, sin el molesto ruido ocasionado por las sandalias de madera, eran silenciosas y mudas. Lo único malo de aquello es que Datsue tendría que dejar su querida táctica de []desestabilización[/i] para más adelante. Hablar ahora delataría su posición, echando al traste la sorpresa.
Abrió la boca para rebatirla, ahondando más en la herida, pero Eri optó por no darle oportunidad a réplica. La kunoichi no solo había levantado un muro de irreconciabilidad entre ellos dos con sus palabras, sino que también uno tangible y visible: uno de humo.
El Uchiha no se lo pensó dos veces. Dio varios saltos hacia atrás y a la derecha, aumentando la distancia que los separaba, mientras ponía en marcha una idea que había planificado precisamente con una bomba de humo. Gracias a ella, ahora podría guardársela para otra cosa.
Varios segundos más tarde, cuando el humo ya se había disipado, Eri podría ver a dos Datsues idénticos uno al lado del otro, tres metros más atrás de donde había visto al Uchiha por última vez, aunque algo más a su izquierda. En medio de ellos dos, el rastro de una nube de humo blanco, señal inequívoca de una técnica ilusoria, y dos getas tiradas en el suelo.
Ambos Datsues estaban descalzos.
El Uchiha de la izquierda empezó a correr entonces, trazando un arco desde su posición hacia la derecha de Eri, manteniendo siempre la misma distancia con ella. El de la derecha hizo lo mismo, pero por el lado opuesto. Su objetivo final: quedar ambos a cada lado de la kunoichi, a trece metros de ella, y a tan sólo dos del final del tatami.
Las pisadas de ambos, sin el molesto ruido ocasionado por las sandalias de madera, eran silenciosas y mudas. Lo único malo de aquello es que Datsue tendría que dejar su querida táctica de []desestabilización[/i] para más adelante. Hablar ahora delataría su posición, echando al traste la sorpresa.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado