10/07/2017, 12:15
—Bah... Tampoco te creas que tanto —respondió él, como si fuera lo más normal del mundo hacer un esfuerzo tan titánico como aquel—. Aunque más de lo que mi cuerpo podía soportar, por lo que se ve…
—¿Por qué será que no te creo? —le interrumpió Koko, evidentemente incrédula ante las palabras de su compañero.
—Porque eres Sakamoto —replicó él—. Aparte de hermana de Noemi.
Ayame se removió en su sitio, incómoda. Estaba asistiendo como espectadora a una clara muestra de hostilidad entre dos personas que debían ser compañeros de la misma aldea y de los que desconocía sus situaciones personales. Ni siquiera podía estar segura de si él decía la verdad en cuanto a sus hazañas o simplemente estaba siendo un fanfarrón, pero no podía dejarle tirado allí de cualquier manera, abandonado. Aunque no le conocía, sentía la necesidad de ayudarle.
Sin embargo, ante la sugerencia de acompañarle a Sendōshi a buscar un médico, el chico torció el gesto.
—Pues, no sé... Diría que es peor el remedio que la enfermedad. En mi estado actual no creo ni que diese diez pasos seguidos…
Ayame pegó un respingo, alarmada.
—Un gusto, por cierto —intervino de repente la joven rubia, tendiéndole la mano—. Me llamo Kageyama Koko.
—Yo soy Uchiha Datsue, por cierto. Aunque mis compañeros de Villa me conocen como Datsue el Intrépido o Datsue el Bardo.
—Ah... ¡Ah! Lo siento, mis modales... —farfullaba Ayame, con un hilo de voz, estrechándole la mano a Koko—. Yo soy Aotsuki Ayame. Pero... —se volvió hacia Datsue, que después de haber bebido agua se incorporó hasta quedarse sentado y volvió a vestirse la camiseta que hasta el momento cubría su rostro—. ¿No puedes caminar? ¡Con más razón entonces hay que buscar ayuda! —insistió, mirando a Koko y a Datsue de forma alternativa y atropelladamente añadió—: Una de nosotras debería quedarse con él y la otra acercarse al pueblo y buscar ayuda y...
—¿Por qué será que no te creo? —le interrumpió Koko, evidentemente incrédula ante las palabras de su compañero.
—Porque eres Sakamoto —replicó él—. Aparte de hermana de Noemi.
Ayame se removió en su sitio, incómoda. Estaba asistiendo como espectadora a una clara muestra de hostilidad entre dos personas que debían ser compañeros de la misma aldea y de los que desconocía sus situaciones personales. Ni siquiera podía estar segura de si él decía la verdad en cuanto a sus hazañas o simplemente estaba siendo un fanfarrón, pero no podía dejarle tirado allí de cualquier manera, abandonado. Aunque no le conocía, sentía la necesidad de ayudarle.
Sin embargo, ante la sugerencia de acompañarle a Sendōshi a buscar un médico, el chico torció el gesto.
—Pues, no sé... Diría que es peor el remedio que la enfermedad. En mi estado actual no creo ni que diese diez pasos seguidos…
Ayame pegó un respingo, alarmada.
—Un gusto, por cierto —intervino de repente la joven rubia, tendiéndole la mano—. Me llamo Kageyama Koko.
—Yo soy Uchiha Datsue, por cierto. Aunque mis compañeros de Villa me conocen como Datsue el Intrépido o Datsue el Bardo.
—Ah... ¡Ah! Lo siento, mis modales... —farfullaba Ayame, con un hilo de voz, estrechándole la mano a Koko—. Yo soy Aotsuki Ayame. Pero... —se volvió hacia Datsue, que después de haber bebido agua se incorporó hasta quedarse sentado y volvió a vestirse la camiseta que hasta el momento cubría su rostro—. ¿No puedes caminar? ¡Con más razón entonces hay que buscar ayuda! —insistió, mirando a Koko y a Datsue de forma alternativa y atropelladamente añadió—: Una de nosotras debería quedarse con él y la otra acercarse al pueblo y buscar ayuda y...