19/07/2017, 18:55
La chica corrió sin titubeos hacia su oponente, recortando las distancias en una fugaz e intensa carrera. Ésta no encontró signo alguno de defensa, lo cuál fue un alivio, pues el tiempo era lo que menos le sobraba. Al hallarse a apenas dos metros de distancia, la chica saltó sobre Mogura, dispuesta a derribarlo con su acometida. Sus ojos se hincaban en los del chico, amenazantes, y su gesto no mostraba intención de tener piedad alguna. Su ceño aún se mantenía bien fruncido.
Pero, el chico aún se mantenía una as bajo la manga. Para cuando ésta se dispuso a derribarlo, terminó la pelirroja agarrada y lanzada en una magistral proyección, digna de un maestro de Aikido. La pelirroja caería a peso de plomo sobre el suelo —apenas un metro tras el chico—, su espalda daría de lleno contra la tarima, y su gesto de daño sería visible.
—¡Tsk! —chasqueó la lengua.
Y antes de que tocase por segunda vez el suelo tras el impacto, y el correspondiente leve rebote, todo se fue a la puta. En un abrir y cerrar de ojos, una explosión daría lugar a la confusión. Una explosión que arrasaría con la pelirroja, y por su puesto con el chico. El objetivo de ésta no había sido mas que recortar las distancias, en un tiempo fijado, y lo había conseguido.
Los papeles que aún flotaban en el aire comenzarían a arremolinarse en el centro del tatami, dejando ver a la verdadera Aiko. Esta había aprovechado la evasión anterior para quedarse esparcida en papeles, y había dejado pasar a la acción a un clon hecho de papeles —que claramente había armado como una bomba de relojería al dejarlo caer— y cumplió con éxito su propósito.
Donde anteriormente estaba su clon, ahora quedaría un cráter de considerable tamaño. El chico seguramente habría salido despedido y malherido, pero de eso ya se encargarían los buenos médicos samurai...
Pero, el chico aún se mantenía una as bajo la manga. Para cuando ésta se dispuso a derribarlo, terminó la pelirroja agarrada y lanzada en una magistral proyección, digna de un maestro de Aikido. La pelirroja caería a peso de plomo sobre el suelo —apenas un metro tras el chico—, su espalda daría de lleno contra la tarima, y su gesto de daño sería visible.
—¡Tsk! —chasqueó la lengua.
Y antes de que tocase por segunda vez el suelo tras el impacto, y el correspondiente leve rebote, todo se fue a la puta. En un abrir y cerrar de ojos, una explosión daría lugar a la confusión. Una explosión que arrasaría con la pelirroja, y por su puesto con el chico. El objetivo de ésta no había sido mas que recortar las distancias, en un tiempo fijado, y lo había conseguido.
Los papeles que aún flotaban en el aire comenzarían a arremolinarse en el centro del tatami, dejando ver a la verdadera Aiko. Esta había aprovechado la evasión anterior para quedarse esparcida en papeles, y había dejado pasar a la acción a un clon hecho de papeles —que claramente había armado como una bomba de relojería al dejarlo caer— y cumplió con éxito su propósito.
Donde anteriormente estaba su clon, ahora quedaría un cráter de considerable tamaño. El chico seguramente habría salido despedido y malherido, pero de eso ya se encargarían los buenos médicos samurai...
![[Imagen: 2UsPzKd.gif]](http://i.imgur.com/2UsPzKd.gif)