22/07/2017, 00:57
La verdad era que Koko tenía sus dudas de si iba a poder o no aguantar el peso del shinobi durante todo el trayecto, pero enorme fue su sorpresa al momento de levantarse con él sobre su espalda ya que casi no sintió el peso e incluso perdió un tanto del equilibrio por haberse levantado con más fuerza de la necesaria.
Con eso ya sus dudas sobre el supuesto entrenamiento que Datsue planteó se habían despejado. «Fue todo mentira »pensaba mientras muy lentamente giraba la cabeza en busca de hacer contacto visual con el contrario.
—¿Acaso entrenas alguna vez? ¿Y comes bien…? —Preguntó en voz baja pretendiendo que aquello solo lo escuchase el chico. Sonaba también preocupada.
Había sido sencillo en exceso para la rubia y eso definitivamente era preocupante, más considerando que ella conocía su fuerza y tenía en claro que no era nada tan destacable.
De cualquier manera, allí estaba la de Amegakure a quién no podían simplemente ignorar, menos si uno le daba charla y ella la seguía. En otras palabras, la preocupación de Koko tendría que esperarse hasta otro momento.
—Eh… Sí, aunque nunca pelee contra nadie —confesó para luego percatarse de que podría haber sido un error el haber contado semejante cosa—. Al menos frente a tantas personas —añadió en un intento por ocultar su pequeño error.
Esperaba que el asunto quedase zanjado y que ninguno de los dos le diera verdadera importancia al comentario, aunque en cierto modo no había dicho nada realmente relevante salvo por la falta de experiencia.
Con eso ya sus dudas sobre el supuesto entrenamiento que Datsue planteó se habían despejado. «Fue todo mentira »pensaba mientras muy lentamente giraba la cabeza en busca de hacer contacto visual con el contrario.
—¿Acaso entrenas alguna vez? ¿Y comes bien…? —Preguntó en voz baja pretendiendo que aquello solo lo escuchase el chico. Sonaba también preocupada.
Había sido sencillo en exceso para la rubia y eso definitivamente era preocupante, más considerando que ella conocía su fuerza y tenía en claro que no era nada tan destacable.
De cualquier manera, allí estaba la de Amegakure a quién no podían simplemente ignorar, menos si uno le daba charla y ella la seguía. En otras palabras, la preocupación de Koko tendría que esperarse hasta otro momento.
—Eh… Sí, aunque nunca pelee contra nadie —confesó para luego percatarse de que podría haber sido un error el haber contado semejante cosa—. Al menos frente a tantas personas —añadió en un intento por ocultar su pequeño error.
Esperaba que el asunto quedase zanjado y que ninguno de los dos le diera verdadera importancia al comentario, aunque en cierto modo no había dicho nada realmente relevante salvo por la falta de experiencia.