22/07/2017, 03:47
Escucho con suma atención las dudas y conclusiones de sus compañeros, llevados por un arranque retrospectivo que abarcaba los acontecimientos que les habían llevado hasta allí.
—La parada en El Sauce Cambiante, la emboscada en el camino... Diría que hemos revelado mucha información nuestra en este viaje. No sólo a nosotros mismos, sino a cualquiera que estuviese dispuesto a ver y escuchar —se detuvo, ignorante de si sus colegas ninjas le seguían—. Quiero decir, hemos estado constantemente rodeados por personajes a sueldo del escultor. Nos han visto conversar, combatir, comer, dormir... ¿Y si toda esa información hubiese ido a parar a manos de Satomu? ¿No sería, así, mucho más fácil inventar una historia acorde a nuestro trasfondo y luego hacerla ver como un regalo de su tío abuelo o quién sé yo?
—No puedo decir que entiendo del todo la forma en que haces conexiones, Akame-san, pero si bien no es una teoría imposible, es muy improbable —reconoció y sentencio, mostrando que poco le molestaba aquello que no sabía.
Kōtetsu no sufría de una insuficiencia intelectual tan marcada como para no tomar en cuenta lo dicho por el Uchiha, pero aquel misterio le proporcionaba una sensación de aventura irresistible. El era de los que prefería esperar a que las cosas se fueran revelando a su debido momento, sin pensar demasiado sobre los asuntos más allá de su entera comprensión o interés.
—Buen punto. ¿Y si al final de todo, nos las han jugado parda? —comulgó, secundando las palabras de su compañero—. ¿pero por qué nosotros? ¿por qué no invitar a gente más... experimentada?
—Es una buena pregunta, Kaido-san —concedió, mientras consumía una dulce galleta—. No se la respuesta, y creo que ninguno podrá llegar a ella esta noche. Puede que sea porque no somos capaces de pensar como un artista excéntrico, ególatra y ladino.
»Puede que lo estemos pensando demasiado y sus intenciones sean honesta y sencillas, o puede que no alcancemos a entrever la intriga y profundidad de sus planes.
»Les pregunto: En estas circunstancias, y ante esta incertidumbre, ¿Qué haría un verdadero ninja?
—La parada en El Sauce Cambiante, la emboscada en el camino... Diría que hemos revelado mucha información nuestra en este viaje. No sólo a nosotros mismos, sino a cualquiera que estuviese dispuesto a ver y escuchar —se detuvo, ignorante de si sus colegas ninjas le seguían—. Quiero decir, hemos estado constantemente rodeados por personajes a sueldo del escultor. Nos han visto conversar, combatir, comer, dormir... ¿Y si toda esa información hubiese ido a parar a manos de Satomu? ¿No sería, así, mucho más fácil inventar una historia acorde a nuestro trasfondo y luego hacerla ver como un regalo de su tío abuelo o quién sé yo?
—No puedo decir que entiendo del todo la forma en que haces conexiones, Akame-san, pero si bien no es una teoría imposible, es muy improbable —reconoció y sentencio, mostrando que poco le molestaba aquello que no sabía.
Kōtetsu no sufría de una insuficiencia intelectual tan marcada como para no tomar en cuenta lo dicho por el Uchiha, pero aquel misterio le proporcionaba una sensación de aventura irresistible. El era de los que prefería esperar a que las cosas se fueran revelando a su debido momento, sin pensar demasiado sobre los asuntos más allá de su entera comprensión o interés.
—Buen punto. ¿Y si al final de todo, nos las han jugado parda? —comulgó, secundando las palabras de su compañero—. ¿pero por qué nosotros? ¿por qué no invitar a gente más... experimentada?
—Es una buena pregunta, Kaido-san —concedió, mientras consumía una dulce galleta—. No se la respuesta, y creo que ninguno podrá llegar a ella esta noche. Puede que sea porque no somos capaces de pensar como un artista excéntrico, ególatra y ladino.
»Puede que lo estemos pensando demasiado y sus intenciones sean honesta y sencillas, o puede que no alcancemos a entrever la intriga y profundidad de sus planes.
»Les pregunto: En estas circunstancias, y ante esta incertidumbre, ¿Qué haría un verdadero ninja?