29/07/2017, 17:33
«Lo haré, Kaido. Lo juro por Shiona, en paz descanse»
—No te abandonaremos, Kaido. Ve tranquilo.
Datsue puso la espalda recta y sacó pecho, cuadrándose. Estaba despidiendo a un héroe, a un kamikaze. Era lo mínimo que se merecía. Una vez el Ameriense desapareció por la ventana, sin embargo, al Uchiha no le faltó tiempo para huir de allí. No muy lejos, eso sí. Tan solo se desplazó de puntillas hacia la esquina de la vivienda, allí donde estaba la puerta trasera, y se pegó a la pared. Luego, sacó la cabeza por el lateral para seguir teniendo la visión de Akame y la ventana.
«¿Oyes algo?», quiso preguntar el Uchiha a Akame, pero sin emitir sonido alguno, tan solo moviendo los labios y señalándose el oído con un dedo, para luego apuntar hacia la ventana. A cada segundo que pasaba, mayor era la tensión que sentía. Tenía los sobacos de la camisa empapados en sudor y el corazón le dolía del frenetismo con el que le latía. Quería moverse, quería correr… pero en su lugar debía permanecer allí, a la espera y tan quieto como lo podía ser una piedra. Lo único que le quedaba por hacer era…
… rezar.
«Izanami, madre de todos los Dioses. Sé que recientemente pedí el favor a tu exesposo, y te pido perdón por ello. Me engañó, como te engañó a ti en el Yomi. Pero nunca más, lo juro. Solo te pido una cosa: no me lleves contigo todavía. Sé que soy demasiado blando, que mi cuenta de asesinatos no es muy abultada… Pero, ¿y mis asesinatos indirectos? Fíjate ahora mismo, por ejemplo. Con mi sola labia he mandado a un hombre a la horca. Y vendrán muchos más, lo prometo. Conmigo a este lado del mundo ganas más que estando yo en el Yomi. Así que, por favor, acepta a el sacrificio que te ofrezco: acoge a Kaido en tu seno, y perdóname la vida a cambio. Te lo suplico…»
—No te abandonaremos, Kaido. Ve tranquilo.
Datsue puso la espalda recta y sacó pecho, cuadrándose. Estaba despidiendo a un héroe, a un kamikaze. Era lo mínimo que se merecía. Una vez el Ameriense desapareció por la ventana, sin embargo, al Uchiha no le faltó tiempo para huir de allí. No muy lejos, eso sí. Tan solo se desplazó de puntillas hacia la esquina de la vivienda, allí donde estaba la puerta trasera, y se pegó a la pared. Luego, sacó la cabeza por el lateral para seguir teniendo la visión de Akame y la ventana.
«¿Oyes algo?», quiso preguntar el Uchiha a Akame, pero sin emitir sonido alguno, tan solo moviendo los labios y señalándose el oído con un dedo, para luego apuntar hacia la ventana. A cada segundo que pasaba, mayor era la tensión que sentía. Tenía los sobacos de la camisa empapados en sudor y el corazón le dolía del frenetismo con el que le latía. Quería moverse, quería correr… pero en su lugar debía permanecer allí, a la espera y tan quieto como lo podía ser una piedra. Lo único que le quedaba por hacer era…
… rezar.
«Izanami, madre de todos los Dioses. Sé que recientemente pedí el favor a tu exesposo, y te pido perdón por ello. Me engañó, como te engañó a ti en el Yomi. Pero nunca más, lo juro. Solo te pido una cosa: no me lleves contigo todavía. Sé que soy demasiado blando, que mi cuenta de asesinatos no es muy abultada… Pero, ¿y mis asesinatos indirectos? Fíjate ahora mismo, por ejemplo. Con mi sola labia he mandado a un hombre a la horca. Y vendrán muchos más, lo prometo. Conmigo a este lado del mundo ganas más que estando yo en el Yomi. Así que, por favor, acepta a el sacrificio que te ofrezco: acoge a Kaido en tu seno, y perdóname la vida a cambio. Te lo suplico…»
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado