1/08/2017, 16:03
«¿De verdad era tanto pedir? Yo solo quería una islita, joder. Con su pequeña mansión, sus buenos criados y sus entrañables cocineros. Y una pequeña piscina junto al jardín, a poder ser, y una playa de arena blanca al lado. Pero no, claro, tenían que venir una banda de lunáticos asesinos en el paquete como contraparte. ¡La vida es una mierda, joder!»
Pero no había tiempo para más lamentaciones. El Tiburón y el Profesional fueron los primeros en arrancar a correr nuevamente, y el Uchiha no pensaba quedarse atrás por nada del mundo. Salieron del pequeño jardín a la calle, y de allí se precipitaron en dirección al puerto.
—Oh, ¡mierda! —decenas de figuras empezaron a salir de las casas. Figuras envueltas en túnicas negras, con distintas armas cortantes en sus manos—. Vamos a morir, vamos a morir, vamos a morir... ¡Vamos a morir!
Aterrado, Datsue elevó su velocidad decidido a sobrepasar a Kaido y Akame. Pero justo en ese momento…
—¡Por la derecha, cuidado!
Los ojos de Datsue voltearon en la dirección indicada y su corazón se acongojó de puro pánico. Una decena de sectarios se les aproximaba por el flanco, tratando de cerrarles el paso. En aquel momento, su instinto reaccionó antes que su mente. Liberó la bomba sonora sellada en su antebrazo izquierdo y la lanzó contra el grupo, al suelo, a una docena de metros de distancia. Al Uchiha siempre se le habían dado bien medir las distancias, y por eso supo que no tendría necesidad de taponarse las manos cuando…
¡BOOOOOOOM!
Pero no había tiempo para más lamentaciones. El Tiburón y el Profesional fueron los primeros en arrancar a correr nuevamente, y el Uchiha no pensaba quedarse atrás por nada del mundo. Salieron del pequeño jardín a la calle, y de allí se precipitaron en dirección al puerto.
—Oh, ¡mierda! —decenas de figuras empezaron a salir de las casas. Figuras envueltas en túnicas negras, con distintas armas cortantes en sus manos—. Vamos a morir, vamos a morir, vamos a morir... ¡Vamos a morir!
Aterrado, Datsue elevó su velocidad decidido a sobrepasar a Kaido y Akame. Pero justo en ese momento…
—¡Por la derecha, cuidado!
Los ojos de Datsue voltearon en la dirección indicada y su corazón se acongojó de puro pánico. Una decena de sectarios se les aproximaba por el flanco, tratando de cerrarles el paso. En aquel momento, su instinto reaccionó antes que su mente. Liberó la bomba sonora sellada en su antebrazo izquierdo y la lanzó contra el grupo, al suelo, a una docena de metros de distancia. Al Uchiha siempre se le habían dado bien medir las distancias, y por eso supo que no tendría necesidad de taponarse las manos cuando…
¡BOOOOOOOM!
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado