5/08/2017, 17:47
Disperso y ocupado con sus propias preocupaciones, por poco Kaido no percibe el sutil gesto de Akame pidiéndole que se acercara. Pero cuando lo vio, supo que probablemente se trataba de algo que quería sólo comunicarle a ellos, y nadie más. Su rostro también le delataba un poco, desde luego, dado que sus ojos ahora eran rojos como la mismísima sangre que corría por sus venas, y lucía además, preocupado.
Y entonces, como si aquello no pudiera ser más adverso para ellos, comentó en un susurro inaudible:
—Este tipo sabe usar chakra —cuando oyó aquello, las alarmas se dispararon y el cuerpo del tiburón se tensó. Y fue así porque hasta ese momento, Satomu había pasado sólo como un excéntrico escultor, de casta noble, pero ciudadano común al fin. Y según Akame, parecía ser que bajo aquella faceta había algo más—. Lo he visto. Su chakra interno es fuerte y denso, trabajado, ejercitado. Y estas esculturas... Todas tienen chakra. No parece que sean clones, pero... Tienen chakra.
El escualo apretó los puños y trató de contenerse. No. No le gustaba que le tomasen el pelo. Y mucho menos se iba a dejar perpetuar en roca por un maníaco con intereses ocultos.
Kotetsu, sin embargo, se fue por la tangente del razonamiento. Lo primero: ¿que cómo Akame podía haberse dado cuenta de tan sutil e imperceptible detalle? y segundo; ¿no sería más razonable guardar las apariencias, y fingir desconocimiento? quizás estarían más seguros de esa forma, al menos mientras ahondaban más a fondo en el asunto. Kaido, lamentablemente, tuvo que coincidir. Aunque no por ello le faltaban ganas de patearle el culo ahí mismo, que a pesar de todo, se trataba de un anciano en soledad, sin guardias dentro de su taller que pudieran defenderle. A menos que...
—No sé. Igual en nada querrá comenzar su trabajo, y no pienso dejarme hacer nada por el maldito anciano mentiroso. Me parece que muchas opciones no tenemos, compañeros.
Y entonces, como si aquello no pudiera ser más adverso para ellos, comentó en un susurro inaudible:
—Este tipo sabe usar chakra —cuando oyó aquello, las alarmas se dispararon y el cuerpo del tiburón se tensó. Y fue así porque hasta ese momento, Satomu había pasado sólo como un excéntrico escultor, de casta noble, pero ciudadano común al fin. Y según Akame, parecía ser que bajo aquella faceta había algo más—. Lo he visto. Su chakra interno es fuerte y denso, trabajado, ejercitado. Y estas esculturas... Todas tienen chakra. No parece que sean clones, pero... Tienen chakra.
El escualo apretó los puños y trató de contenerse. No. No le gustaba que le tomasen el pelo. Y mucho menos se iba a dejar perpetuar en roca por un maníaco con intereses ocultos.
Kotetsu, sin embargo, se fue por la tangente del razonamiento. Lo primero: ¿que cómo Akame podía haberse dado cuenta de tan sutil e imperceptible detalle? y segundo; ¿no sería más razonable guardar las apariencias, y fingir desconocimiento? quizás estarían más seguros de esa forma, al menos mientras ahondaban más a fondo en el asunto. Kaido, lamentablemente, tuvo que coincidir. Aunque no por ello le faltaban ganas de patearle el culo ahí mismo, que a pesar de todo, se trataba de un anciano en soledad, sin guardias dentro de su taller que pudieran defenderle. A menos que...
—No sé. Igual en nada querrá comenzar su trabajo, y no pienso dejarme hacer nada por el maldito anciano mentiroso. Me parece que muchas opciones no tenemos, compañeros.