6/08/2017, 11:50
(Última modificación: 6/08/2017, 16:27 por Inuzuka Nabi.)
Kotetsu a pesar de su estado pudo prevenir mi ataque y en el tiempo que yo giraba mi cuerpo para clavarle el kunai sin que él me hubiese visto, él giró el suyo provocando que mi kunai impactase contra su pecho donde se había guardado la bandana.
Sin duda un alarde de reflejos y compostura. Yo solo pensaba en clavarle el kunai para dejarle una extremidad inutilizable y no pudiese blandir su estúpida katana que era más grande que él. Sin embargo, en vez de encontrar carne, el kunai encontró metal, pero no una armadura o algo así. Atravesó una lámina de metal antes de llegar hasta Kotetsu.
El sonido metalico me devolvió a la realidad, el dolor en mandibula y rodilla ayudó. ¿No sería...? Definitivamente ese tio estaba loco. Yo no era como él. Saqué el kunai y me aparté, viendo a Kotetsu en general, casi todo su cuerpo estaba cubierto de sangre de los arañazos de mi técnica y ahora ese agujero en el pecho.
Observé como levantaba el arma apuntando hacía mi y me aparté, viendo como le costaba sostener la espada.
— Dejalo ya, Kotetsu. Necesitas que te vea un médico.
Sin duda un alarde de reflejos y compostura. Yo solo pensaba en clavarle el kunai para dejarle una extremidad inutilizable y no pudiese blandir su estúpida katana que era más grande que él. Sin embargo, en vez de encontrar carne, el kunai encontró metal, pero no una armadura o algo así. Atravesó una lámina de metal antes de llegar hasta Kotetsu.
El sonido metalico me devolvió a la realidad, el dolor en mandibula y rodilla ayudó. ¿No sería...? Definitivamente ese tio estaba loco. Yo no era como él. Saqué el kunai y me aparté, viendo a Kotetsu en general, casi todo su cuerpo estaba cubierto de sangre de los arañazos de mi técnica y ahora ese agujero en el pecho.
Observé como levantaba el arma apuntando hacía mi y me aparté, viendo como le costaba sostener la espada.
— Dejalo ya, Kotetsu. Necesitas que te vea un médico.
—Nabi—