8/08/2017, 12:32
—¿En conejos? —volvió a repetir Ayame, y a Eri le sonó como que ella había dicho una tremenda estupidez, obviamente era una idea tonta, lo mejor sería pensar en otra cosa...—. Podemos probar. Pero será mejor que lo hagamos desde el suelo. Los conejos no son buenos trepadores.
En su interior, Eri sintió que con esa chica estaba logrando algo nuevo, como... ¡Si reconociese lo que ella pensaba! El sentimiento de orgullo que había sentido antes volvió en ella y no pudo evitar sonreír levemente cuando ella rio.
Ambas dieron lentamente la vuelta al árbol para evitar ser detectadas fácilmente. La joven kunoichi del Remolino cayó al lado de la amenia cuando ésta comenzaba a hacer los sellos de la técnica en cuestión. Una vez terminó, se vio envuelta en una cortina de humo de la que salió... Un conejo negro.
Eri tuvo que disimular una risa con toda su fuerza de voluntad y se dispuso a convertirse también en conejo. La hilera de sellos la hizo con su mano izquierda pensando en un conejo, un conejo blanco y saltarín. El humo apareció y la figura que antes había sido una niña ahora había pasado a ser un conejo, un conejo con el pelaje púrpura... Pero un conejo al fin y al cabo.
Parpadeó varias veces y movió sus patas delanteras, luego su cola de algodón y se vio maravillada, sin embargo esto era algo parecido a una misión, así que había que tomárselo con seriedad. Cuando su mirada se cruzó con la de Ayame, asintió mientras se sostenía sobre sus dos patas y comenzó a caminar dirección a donde se encontraba —o donde ellas habían visto por última vez— la posición del conejo blanco.
En su interior, Eri sintió que con esa chica estaba logrando algo nuevo, como... ¡Si reconociese lo que ella pensaba! El sentimiento de orgullo que había sentido antes volvió en ella y no pudo evitar sonreír levemente cuando ella rio.
Ambas dieron lentamente la vuelta al árbol para evitar ser detectadas fácilmente. La joven kunoichi del Remolino cayó al lado de la amenia cuando ésta comenzaba a hacer los sellos de la técnica en cuestión. Una vez terminó, se vio envuelta en una cortina de humo de la que salió... Un conejo negro.
Eri tuvo que disimular una risa con toda su fuerza de voluntad y se dispuso a convertirse también en conejo. La hilera de sellos la hizo con su mano izquierda pensando en un conejo, un conejo blanco y saltarín. El humo apareció y la figura que antes había sido una niña ahora había pasado a ser un conejo, un conejo con el pelaje púrpura... Pero un conejo al fin y al cabo.
Parpadeó varias veces y movió sus patas delanteras, luego su cola de algodón y se vio maravillada, sin embargo esto era algo parecido a una misión, así que había que tomárselo con seriedad. Cuando su mirada se cruzó con la de Ayame, asintió mientras se sostenía sobre sus dos patas y comenzó a caminar dirección a donde se encontraba —o donde ellas habían visto por última vez— la posición del conejo blanco.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)