8/08/2017, 19:45
“Ya… Era de esperarse”, pensó, luego de encontrar desierta la parte trasera.
En un aparente ataque de ira, el espadachín retiro el manto de chakra de Bohimei y destrozo el muro con unos cuantos ataques de su espada. No quedaba mucho más que hacer, salvo esperar. Ahora se encontraba solo sobre la plataforma, mirando aquella herida que recorría la misma, causada por la primera ofensiva del Senju.
“A ver, solo hay dos opciones: Que ya no se encuentre en el ring o que se encuentre escondido —aquello le hizo sentirse un poco más tranquilo, menos a la deriva—. En cualquiera de los dos casos solo me es necesario esperar, esperar y ver a quien se le agota primero la paciencia.
Por un instante, ínfimo pero valioso, se permitió sentirse con cierta ventaja y aplomo: Aquel respiro terminaría beneficiándole más a él que a su oponente, pues era él quien tenía las peores heridas. También estaba el hecho de que si se trataba de un juego de espera, su temple y su perseverancia eran algo que muy pocos podrían superar. Y por último, algo que si bien no era una ventaja, si que mantenía cierto equilibrio, estaba el hecho de que si él no podía ver al rubio, era probable que el rubio tampoco lo pudiese ver a él.
En un aparente ataque de ira, el espadachín retiro el manto de chakra de Bohimei y destrozo el muro con unos cuantos ataques de su espada. No quedaba mucho más que hacer, salvo esperar. Ahora se encontraba solo sobre la plataforma, mirando aquella herida que recorría la misma, causada por la primera ofensiva del Senju.
“A ver, solo hay dos opciones: Que ya no se encuentre en el ring o que se encuentre escondido —aquello le hizo sentirse un poco más tranquilo, menos a la deriva—. En cualquiera de los dos casos solo me es necesario esperar, esperar y ver a quien se le agota primero la paciencia.
Por un instante, ínfimo pero valioso, se permitió sentirse con cierta ventaja y aplomo: Aquel respiro terminaría beneficiándole más a él que a su oponente, pues era él quien tenía las peores heridas. También estaba el hecho de que si se trataba de un juego de espera, su temple y su perseverancia eran algo que muy pocos podrían superar. Y por último, algo que si bien no era una ventaja, si que mantenía cierto equilibrio, estaba el hecho de que si él no podía ver al rubio, era probable que el rubio tampoco lo pudiese ver a él.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)